La Asociación de Clubes Sánchez Infantes ya ha solicitado a la Diputación de Toledo que se vuelva a hacer cargo de la gestión del campo de tiro La Bastida, situado en la capital, cuando expire, el próximo mes de julio, la cesión firmada en 2020 con la Federación de Tiro de Castilla-La Mancha.
Miembros de su junta directiva ya se han reunido con la presidenta del ente provincial, Conchi Cedillo, para ver cuál es el plan de futuro de un convenio que, en su día, el anterior mandatario, Álvaro Gutiérrez, firmó por cuatro años prorrogables. Desde la asociación entienden que «debe imperar la lógica y el sentido común, y que sea para que lo usen los toledanos», según manifiesta su presidente, Jesús Sánchez.
Y es que, en la actualidad son más de 750 usuarios los que han tenido que desplazarse a otras instalaciones a practicar en estos cuatro años, como son las de Canto Blanco, en Madrid, o Valdemoro, ya que las condiciones que ponía la Federación les parecían «inaceptables», tanto en el precio como en el uso.
Asimismo, desde la asociación reconocen que se aprovechó la pandemia de COVID-19 para cerrar el campo «con total oscurantismo», contraviniendo los términos de su reglamento, que dice textualmente que «dichas instalaciones están destinadas a los toledanos, y tienen el derecho al uso de las mismas todos los clubes de la provincia de Toledo que tengan entre sus fines el fomento del deporte del tiro».
De momento, los planes de la Diputación para esta instalación no han trascendido de manera oficial, aunque todo hace indicar, como comunican desde la Asociación de Clubes Sánchez Infantes, que su deseo es recuperar la administración del campo de tiro La Bastida.
De todos modos, no hay que descartar otras opciones, como la de que la Diputación lo saque después a concurso, algo que parece muy probable. En ese caso, parece que la asociación estaría interesada en pujar por convertirse en su gestora, siempre con el objetivo de recuperar su utilización para todos los tiradores de Toledo.