El Consistorio plantea una pasarela Tres Culturas-Buenavista

J. Monroy
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Este martes se constituyó una Mesa de Trabajo para debatir los problemas de la To-20 y To-21. El Ayuntamiento sabe que tendrá que tomar una decisión política

El Consistorio plantea una pasarela Tres Culturas-Buenavista - Foto: David Pérez

Aunque en principio la postura de técnicos y vecinos parecen muy distantes, el Ayuntamiento ha dado el primer paso en busca de una solución para las calles To-20 y To-21, con la creación de una mesa de trabajo municipal para tratarlas. Es solo el primer paso hacia una solución en la que el equipo de Gobierno sabe que tendrá que mojarse, tendrá que haber una solución política. De momento, ha propuesto a los vecinos la creación de una pasarela peatonal que dé respuesta al aislamiento del barrio de las Tres Culturas, de forma que quede unido con Buenavista de forma elevada sobre la To-20, hasta la calle de Bélgica.

Hace casi un año que se aprobó en el Consejo de Participación Ciudadana del Distrito Norte la creación de esta mesa de trabajo, en la que el martes se juntaron representantes de los cuatro grupos políticos del Ayuntamiento, la Asociación de Vecinos La Ronda de Buenavista, representes de la Comunidad de Propietarios del Tres Culturas, la Plataforma de Afectados por el Ruido y el técnico municipal José Romero.

Según apunta la edil de Seguridad, Inés Cañizares (Vox), se reconoció en el encuentro que los vecinos de la urbanización Tres Culturas «están aislados», no pueden salir si no es por coche o autobús. De forma que se puso sobre la mesa la solución de crear una pasarla peatonal entre el Tres Culturas y la calle de Bélgica.

Ante esa propuesta, el representante de la Comunidad de Tres Culturas insiste que tiene que haber una solución a su aislamiento. Habrá que estudiar la pasarela peatonal, que mediría unos 180 metros lineales. «Pero esa solución no quita que la To-21 y la To-20 se traten como lo que son, como calles», apunta.

La pasarela no llega a convencer por su parte al presidente de La Ronda, José Luis Gómez, «porque la diferencia de nivel entre la calle Bélgica y Tres Culturas hace imposible una pendiente que sea accesible». En cualquier caso, deberán ser los técnicos los que den soluciones.

Calles toledanas. Pero durante el encuentro se debatió sobre los problemas de accesibilidad y ruido de esta zona, que hace ya varias legislaturas que asumió el Ayuntamiento. «Aquí se trata de poner sobre la mesa los problemas de incomunicación, acústicos y de velocidad, y que el Ayuntamiento pueda aportar soluciones», ha explicado Cañizares. La vicealcaldesa reitera que la intención de este encuentro es buscar una solución, porque las velocidades actuales impiden que haya pasos de peatones como en la To-23, más consolidada en sus márgenes. El Consistorio tendrá que valorar técnicamente y económicamente las soluciones de los técnicos y después tomar una decisión política.

Porque por lo que parece las posturas de técnicos y residentes están distantes. Desde hace tiempo, los vecinos del entorno, tanto los de Buenavista como los de Tres Culturas, insisten que al ser tramos urbanos, la To-20 y la To-21 son calles y deben cumplirse las condiciones necesarias de velocidad de vehículos y de accesibilidad peatonal. El técnico municipal apuntó que el Ayuntamiento en estos momentos cumple con la legalidad, porque aunque la vía está dentro de Toledo, conforma una interconexión entre la A-42 y la CM-42, es tan solo una vía rápida recepcionada por el Ayuntamiento.

Gómez apuntó que «independientemente de que la razón la tengan los técnicos o nosotros, hay que dar una solución peatonal a 900 vecinos que hoy están aislados, y eso tiene que terminar siendo una calle». Si no es así, se estará marginando a unos ciudadanos. Insistió Gómez en que «si está recepcionado por el Ayuntamiento, es una vía urbana, como apunta Carreteras del Estado». Recuerda que, según el Reglamento de Movilidad del Ayuntamiento, en la ciudad no se puede circular a más de cincuenta kilómetros por hora, «y no contempla por ningún lado vías rápidas». «Si lo que pretendemos es hacer una ciudad verde amable con los ciudadanos, unir barrios, ¿qué pinta ahí una autovía?» se pregunta. Y recuerda que si no hay respuesta por parte del Ayuntamiento «ahí están los vecinos».

Finalmente, el representante de la Comunidad de Tres Culturas ha agradecido la buena predisposición de todos los grupos municipales. De momento ya se ha dado un primer paso a solucionar sus problemas con esta «fructífera» mesa de trabajo. A partir de ahí, recuerda que en el acta de cesión de los viales se recoge que ambos pueden ser tratados como calles, y ellos van a seguir luchando por que así sea. Antes incluso, el proyecto del vial recogía la posibilidad de crear una autovía soterrada «pero se anuló para hacer una calle». De una forma o de otra, por decisión técnica, el vial es municipal y sigue siendo una autovía, «hay una discrepancia». Eso supone un riesgo muy alto y está provocando accidentes continuamente.

«Hay mucho exceso de velocidad y muchos accidentes. Si esto fuera una calle, como se firmó, habría menos riesgos», argumenta. Espera poder seguir debatiendo toda esta cuestión.