El Archivo Municipal de Toledo rinde homenaje a los trabajadores de la colonia penitenciaria que levantaron el Alcázar entre los años 1942 y 1946, al tiempo a «una ciudad herida que, poco a poco, va recuperándose de una situación durísima, como ocurrió en otras partes de España y como, por desgracia, está pasando ahora en el Líbano». Así lo hace con su última exposición virtual, la número 70, que recoge casi 200 fotografías de la casa Rodríguez fechadas entre 1936 y 1946 de dos álbumes prestados por la familia de Blas Piñar.

El Alcázar de Toledo, recuerda en la muestra virtual el archivero, Mariano García Ruipérez, «afrontó bombardeos aéreos, fuego artillero, detonaciones subterráneas y otras acciones bélicas, especialmente, a lo largo del verano de 1936». Acabada la contienda, continúan sus explicaciones, «se iniciaría su proceso de reconstrucción que se prolongaría durante varias décadas pues el Alcázar, y su defensa, se convirtieron muy pronto en un instrumento de propaganda política para el régimen franquista». Las «gloriosas ruinas» fueron objeto de atención en multitud de libros, artículos periodísticos, programas radiofónicos o reportajes del NO-DO, que atrajeron a Toledo a turistas y visitantes.

Finalmente, la ejecución de las obras de su reconstrucción se llevó a cabo durante la década de 1950. Oficialmente se iniciaron el 1 de octubre de 1952 comenzando con la edificación de la fachada Norte y la demolición de las zonas todavía ruinosas, por parte de la Dirección General de Regiones Devastadas. Su finalización se produjo posiblemente, hacia 1964, años después de la inauguración, el 24 de noviembre de 1961, del monumento a los caídos durante el asedio.

La reconstrucción del Alcázar en imágenesEn esa misma década, continúa el archivero, «se acometieron por el Ayuntamiento las obras de arreglo de las calles y explanadas próximas, muy bien reflejadas en la colección de fotografías del constructor Mariano Martínez Herranz, que pueden contemplarse en esta misma web. Más complicado resulta conocer las actuaciones llevadas a cabo en los años anteriores. Al menos hasta ahora».

La muestra. La génesis de esta muestra virtual está en la publicación, por la editorial La Esfera de los Libros, de la obra 'El Alcázar no se rinde: historia gráfica del asedio más simbólico de la Guerra Civil', redactada por Blas Piñar Fernández y Jorge Fernández-Coppel. Ambos autores, explica García Ruipérez, se acercaran al Archivo Municipal en búsqueda de recursos gráficos para ilustrar su libro. «El resultado que ofrecemos ahora es el fruto de aquellos encuentros. La familia de Blas Piñar posee dos álbumes fotográficos, realizados por la Casa Rodríguez de Toledo, en los que se documentan las obras realizadas en este colosal edificio y su entorno entre el 26 de abril de 1943 y el 2 de abril de 1946», apunta.

Durante esos tres años se acometieron obras de desescombro y limpieza del Alcázar, de explanación de su antiguo Picadero (con los pasos superior e inferior) y de construcción de la escalera próxima a la fachada Norte, del muro de contención de la calle de La Unión y de las escaleras que dan acceso a los jardines. También fue construida la cripta situada bajo el patio del Alcázar.