Es hasta cierto punto lógico, que cada ministro del Gobierno -cada vez con menos posibilidades de hacerlo, pues debido a la transferencia de competencias, el Estado tiene menos campo de acción- pretenda dejar su huella e impronta para la historia. Sin ir más lejos, aunque de resultado ineficaz y desastroso, podemos citar las distintas leyes de Educación que estamos teniendo. Una por cada gobierno de turno. Y claro llevamos fracaso tras fracaso en vez de aguantar y consensuar una con marchamo de futuro.
Puede ser el caso de nuestra joven ministra de Sanidad, Mónica García, medica anestesióloga. Ya ha reunido en el poco tiempo que lleva en el cargo en cinco ocasiones al Consejo Interterritorial de Salud. Siempre con el lema del consenso y acuerdos. Buen punto de partida. Ahora bien, otra cosa es lo que proponga y cómo pretenda para pasar a la historia. En el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo no lo tiene muy fácil, pues el expresidente Zapatero, el mejor para algunos socialistas, le cogió la delantera durante su mandato y promulgó la ley del Tabaco que tanto éxito ha tenido y que tanto bien ha hecho a muchísimas personas que solamente por eso, para bien, no le olvidaremos y agradeceremos.
Pero García quiere ir más allá y pretende prohibir el fumeteo en las terrazas, exteriores, jardines, coches propios con presencia de menores, etc. Nada que objetar. Todo lo que sea velar por la salud pública, adelante, produce el bienestar de la mayoría. No siempre lloverá a gusto de todos. Y ojo que lo de fumar en las terrazas se presta a muchas casuísticas. Que, si está cubierta, cerrada, que si tal o cual. Hay demasiada transigencia por parte de los propietarios de las terrazas. Y prohibir el vapeo a pesar de que vengan envueltos en la golosina de sabores, otra maniobra para captar adeptos y seguir jodiendo la pava a las mayorías, es lo adecuado.
Y de la posibilidad de regalar preservativos a costa de la Sanidad Pública a chavales desde los 14 años, pues qué bien. Que les financien también el tabaco y ya tienen el futuro resuelto. Esto unido a que, en muchas ciudades, el búho bus, es gratuito para los jóvenes- bueno más bien los gallo bus por la hora de circular-, pues estupendo. Es normal que a los que tenemos bastante más edad no nos lo financien. Gastamos menos. Pero hombre, cada uno que se pague sus vicios. Si a esto le añadimos que también muchos ayuntamientos financian las bolsas para depositar los excrementos de las mascotas, etc, da como resultado que el que no fuma, ni tiene mascotas y 'mete poco o nada el pen drive', está financiando los vicios de muchos de sus convecinos.
En fin, como reza en las entradas de los cuarteles de la Guardia Civil y establecimientos militares, «Todo por la Patria». Amén.