Las pernoctaciones caen por segundo enero consecutivo

Á. de la Paz
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El primer mes del año muestra una contratación de estancias de hotel en la capital regional menor que las del mismo periodo del pasado 2024 y aún más bajas que en 2023. Las noches disfrutadas por extranjeros menguan un 12,1%

Viajeros pasean con sus maletas en la plaza de Zocodover. - Foto: David Pérez

Las noches de hotel contratadas en Toledo durante el primer mes del año acumularon un volumen inferior al de los dos últimos eneros. Este año, los establecimientos de hospedaje de la capital regional han registrado 51.811 estancias, por las 53.459 del capítulo inicial de 2024 o las 55.071 correspondientes a 2023. Respecto al año anterior, la caída alcanza el 3,1%. La comparativa con el mismo mes de hace dos años incrementa el descenso hasta el 5,9%.

Los hospedajes toledanos cierran enero con un dato peor que el pretérito por segundo año consecutivo. La menor presencia de visitantes extranjeros explica la trayectoria errante de este indicador en los albores de cada ejercicio. En 2024, se contabilizaron 16.706 pernoctaciones asociadas a turistas con nacionalidad foránea. Por su parte, en 2025, la aportación de este colectivo ha menguado hasta las 14.680 noches, lo que supone un recorte del 12,1%. Se trata de una perdida que el leve repunte del viajero nacional no compensa. En términos interanuales, las estancias de los excursionistas españoles suben un tímido 1%, desde las 36.753 de 2024 a las 37.131 de la última revisión mensual.

El ejercicio completo de 2024 marcó el récord de pernoctaciones en un año completo en la ciudad de Toledo. Además, octubre y mayo superaron las 100.000 estancias y se convirtieron en los dos meses con mayor afluencia histórica. Sin embargo, el alza anual de las pernoctaciones, del 2,3%, se nutrió, fundamentalmente, del turista más próximo: se añadieron unos 50.000 alojamientos protagonizados por españoles, mientras que los extranjeros restaron casi 20.000 noches. En un año, los visitantes nacionales contrataron un 6,3% más de hospedajes; los extranjeros, un 9,1% menos.

El inicio de 2025 confirma la pérdida de músculo del visitante internacional en Toledo. De hecho, la tasa de caída alcanza una profundidad mayor en enero (respecto al año anterior) y llega hasta el 12,1%. La evolución favorable de la actividad turística en la ciudad, por tanto, se fundamenta en el interés de los viajeros españoles. La pérdida de pujanza en el segmento internacional supone un toque de atención que amenaza el desarrollo futuro del negocio. Aunque las visitas de turistas extranjeros a España se dispararon el pasado año hasta su cota más alta, casi 94 millones y un 10% más, la capital regional no se benefició del máximo alcanzado.

MENOS TRABAJADORES. La mano de obra que se emplea en los hoteles toledanos se redujo hasta las 597 personas el pasado mes. En diciembre, un periodo de temporada alta según la estacionalidad de la ciudad, trabajaron 701 operarios. En enero de 2024, fueron 602 los empleados en esta actividad, cinco más que en la última revisión estadística.

La estancia media de cada pernoctación se alargó durante 1,58 días, idéntica medida a la de enero de 2024 y algo inferior a la del primer mes de 2023, cuando se alcanzaron los 1,62 días. La pobre evolución en este indicador certifica las dificultades de la ciudad para incrementar, de forma paulatina, el periodo medio de las visitas que recalan en Toledo.

La ocupación, asimismo, empeoró los registros pretéritos. En enero de 2025, este ratio se situó en el 39,73% en el conjunto de enero, un porcentaje que escaló hasta el 49,09% los fines de semana. Ambos indicadores llegaron, respectivamente, al 42,94% y el 59,51% en enero del pasado año.

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