«Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber», con esta frase del Evangelio de Mateo concluía la homilía de José Vicente Reina, párroco de San Ildefonso durante la misa de exequias de Cipriano González.
Con ella, el oficiante resumía la figura del que popularmente era conocido como 'Amigo de los Pobres'. Una vida completa al servicio de los más necesitados, en la que Cipriano se ganó un hueco en el corazón de la sociedad con su reparto de ropa, juguetes y alimentos para las familias que se encontraban en peor situación económica en la ciudad.
Una homilía en la que Reina destacó algunos aspectos de la vida de Cipriano, poniéndolo como ejemplo de entrega, así como reflexionando sobre «la gracia y la desgracia», y cómo la sociedad tiende a confundir estos conceptos. «Vemos como una desgracia la muerte, cuando es una gracia, por estar invitado a la Pascua Eterna, mientras que vemos como una gracia que nos toque la lotería, cuando es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios».
Mismos aspectos destacó el voluntario de la ONG que tomó la palabra al finalizar la celebración religiosa, manteniendo la voluntad de continuar la labor iniciada por Cipriano. Intención materializada durante la mañana de hoy, cuando «no queremos ni siquiera dejar de hacerlo ni el día siguiente de su fallecimiento ya que, como todos los miércoles, iba a acudir gente a por alimento y Cipriano querría que, en vez de estar llorándole, estuviéramos atendiendo a esas personas para darles lo que tengamos. Y con mucho dolor, pero aún sin haber celebrado el funeral, los voluntarios de la ONG que han podido ahí van a estar. Y seguirán estando», explicaban en una carta abierta.
«Por eso queremos agradecer en su nombre y en el nuestro, a todos los que hacen posible que tengamos alimentos para repartir a los que más los necesitan, y que puedan seguir aportándolo para seguir cumpliendo el deseo de Cipri de que esta ayuda se siga dando durante mucho tiempo. Sin las donaciones, la ONG no podría continuar activa, ya que son tan importantes como los que aquí estamos», escribían.
La misiva concluía con una emotiva despedida, «nos despedimos de él con fuerza. Muchas gracias por tu ejemplo», teniendo un recuerdo también para la familia, quien a su vez, distribuyó un comunicado en el que agradecían a la sociedad toledana «el amor hacia nuestro querido padre», teniendo en el recuerdo «sus años de entrega, dedicación, esfuerzo, humildad y ayuda a los más vulnerables», agradeciendo «el amor, cariño, admiración y respeto. Cipriano, 'El amigo de los pobres'», de quien aseguraban que «siempre estará presente y orgulloso de la colaboración de los toledanos con su ONG durante tantos años y el afecto mostrado en estas tristes últimas horas».