Este contundente título encabezaba un artículo de Manuel Criado de Val en ABC el 21 de julio de 1965. Filólogo, profesor universitario, experto en literatura medieval y renacentista española, gran divulgador de los clásicos y estudioso de 'La Celestina', su libro 'Índice verbal de La Celestina' es imprescindible para profundizar y disfrutar la obra. En el artículo se lamenta amargamente del olvido de Fernando de Rojas y su tragicomedia: «Su fortuna ha decaído tan profundamente que hoy sería difícil encontrar arriba de unas docenas de españoles que recuerden su nombre o que hayan leído su libro».
Su pesimismo se había agravado - y es lo que le lleva a publicar el artículo- después de visitar Talavera para comprobar 'in situ' algunos datos del testamento de Rojas. Fue su cicerone en la ciudad el maestro Almiro Robledo. Visitan el desvencijado convento de la Madre de Dios donde seguían enterrados los restos de Fernando de Rojas «bajo unas pesas, aros y cuerdas de una especie de gimnasio-corral, sin lápida ni la menor indicación que lo recuerde». También la casa del autor entre la Colegial y el río Tajo, enfrente del entonces recién inaugurado ambulatorio de la Seguridad Social, en ruinas, abandonada, con parte del tejado hundido y las tapias derrumbadas a tramos. Queda alucinado de la desidia nacional, provincial y municipal.
La denuncia de Manuel Criado de Val tuvo trascendencia, pero, claro, fuera de nuestras fronteras: varios profesores hispanistas de universidades americanas se ponen en contacto y proponen la iniciativa de crear una Sociedad Internacional Fernando de Rojas para que se ocupara y preocupara de proteger de manera urgente los restos que aún quedaban en Talavera del escritor e impulsar el conocimiento universal de 'La Celestina'. De hecho, llevaron la propuesta al Congreso Internacional de Hispanistas que ese mismo año se celebró en la Universidad de Nimega, Países Bajos, que aprobó en su sesión plenaria el proyecto y que contaba con apoyos económicos de mecenas particulares extranjeros. Algunas de las ideas que apuntan son: restaurar y recrear 'la casa de Rojas', organizar una ruta histórico- literaria por los lugares celestinescos y celebrar en Talavera un Congreso Anual Internacional sobre el autor y la obra. Todo quedó en agua de borrajas. 60 años después, por desgracia, hemos avanzado poco en el asunto.