Los teléfonos de ayuda 112 o 024 son dos elementos básicos, destaca el psicólogo Francisco José Celada, para prevenir el suicidio. Pero antes de llegar tan lejos, se pueden seguir una serie de pautas por familiares y personas con conducta suicida (desde la idea a la muerte).
Celada recuerda el decálogo de consejos, que puede desarrollar cualquier persona, recogidos en su libro a cuatro manos con Enrique Galindo, 'Dejar de Sufrir o Dejar de Vivir, la Dualidad del Suicidio'. El propio título del trabajo da las claves de acción. En primer lugar, cuando oyen a alguien decir de forma directa o indirecta que es una carga o se quiere quitar del medio, algo común entre mayores, «hay que escuchar a las personas, una escucha activa, comprensiva y sin juzgar». A partir de ahí, se puede hacer dudar de la falta de soluciones a los presuntos problemas, convencerle de que las cosas pueden cambiar y solucionarse.
En momentos críticos, Celada recomiendo convencer a la persona de aplazar su decisión, ganar tiempo, ganar vida. La crisis suicida, se ve en las emergencias, pueden desactivarse en parte en una hora u hora y media.
Es aconsejable que el individuo con problemas sepa que cuando se siente mal puede llamar a determinadas personas, recuerde la cosas buenas que le han pasado en su vida o escuche su música, y que si está muy descontrolado, puede pedir ayuda directa a su médico o psicólogo, acudir en último caso a Urgencias.
Deben estas personas encontrar sentido a la vida, «pero no el que nosotros veamos desde fuera, él debe encontrar su sentido, tener un porqué para vivir». Celada apunta que muchas personas no saben resolver problemas, y en ocasiones es necesario un largo proceso y la búsqueda de alternativas, porque «cualquier opción es preferible a la muerte, a lo mejor, irse de casa, divorciarse, dejar el trabajo o el colegio o decir su tendencia sexual».
También es bueno recordar a esta persona que en otros momentos ha tenido problemas y ha salido de ellos, y recordar las soluciones exitosas. También es posible recordar modelos exitosos cercanos. Finalmente se pueden usar mantras, como «¿quieres morir o dejar de sufrir?».