Los trabajos para la revitalización del eje comercial del centro de Talavera que se ejecutan en la calle Marqués de Mirasol y en Alfares prosiguen aunque no con la agilidad que los comerciantes de la zona desearían. Es una de las demandas que han planteado algunos de los propietarios de varios negocios implantados en las vías afectadas por los trabajos, que se iniciaron el pasado junio en el caso de Marqués de Mirasol, la zona donde más avanzados van.
En este punto está el establecimiento que regenta Rubén Pedraza, que ve cómo desde principios de junio por la calle donde se ubica su negocio ha descendido el paso de ciudadanos como consecuencia de estas obras. Desde allí lamentan que van más despacio de lo esperado, porque «a lo mejor hacen aquí un poco, se van más adelante a otra obra, luego vuelven aquí, todo como a trozos».
Si bien no ha sido su caso, reconoce que a otros comercios de la zona no se podía incluso acceder al comienzo de las obras y tuvieron que cerrar al público durante un tiempo. Lo que sí han experimentado es ese descenso de los posibles clientes, al sumarse también la falta de aparcamiento y la supresión temporal de la parada de autobús urbano en este punto de la ciudad durante los trabajos.
Asimismo, tanto en este local como en otros situados en el epicentro de las obras reclaman más información sobre las mismas y, en concreto, sobre los plazos de finalización previstos.
Como indicó en su momento el concejal de Urbanismo, Benedicto García, las obras han de estar terminadas a fecha 30 de noviembre de 2023, y se preveía que los trabajos en Marqués de Mirasol concluyeran este mes de septiembre.
información de las obras. Son datos que los comerciantes quieren conocer así como toda la información que les pueda orientar en la situación actual de unas obras que, en cualquier caso, reconocen que contribuirán a mejorar la zona. Es la percepción de Charo Díaz, de Tienda Alegría, quien acepta que todas las obras tienen sus inconvenientes aunque desearía que les hubieran informado del desarrollo de estos trabajos para poder organizarse y que prestara un mayor cuidado a la limpieza de estas calles.
«Llevamos meses sin acera, tuve que pedir hasta unos tablones» para poder acceder a la tienda, explica, insistiendo en que, ante todo, lo que quieren es que se les informe «por lo menos del fin, un plazo, para hacernos nuestra planificación». En su caso, reconoce que está cubriendo la falta de movimiento en la tienda física con la venta online, algo con lo que otros comercios de la zona no cuentan.
El retraso que se está produciendo en los trabajos es otro de los aspectos que lamentan desde comercios como el de la ONG Remar, desde donde confirman que si bien ahora la situación ha mejorado, «el verano ha sido catastrófico». El no poder acceder con vehículos hasta este negocio de venta de mobiliario ha reducido de manera considerable la actividad, hasta el punto de que algunos negocios «han cerrado». «Algunos ya estaban cerrados antes de la obra pero otros lo han hecho ahora por el problema» que han causado las obras.
«Han venido, han roto la calle y lleva un mes así y no han hecho absolutamente nada», lamenta por su parte Víctor González, de Salvalibros.com, otro de los establecimientos de esta zona de la ciudad. Denuncia también el «peligro» que esto conlleva para los peatones, algo que ha provocado ya caídas a varias personas, según ha indicado, además de «la suciedad, el polvo» y todo lo que esto conlleva.
«Están todos los huecos de las alcantarillas mal protegidos, es un auténtico peligro», añade este comerciante, quien añade que, al no poderse aparcar, también afecta a la actividad.