El sindicato CCOO, han recordado este martes sus responsables, lleva denunciando desde junio de 2023 los problemas con las campanas extractoras en el laboratorio de Anatomía Patológica del hospital Universitario de Toledo, que han terminado por provocar su cierre del mismo por parte de la Inspección de Trabajo. A falta de respuesta de los responsables sanitarios, fue en marzo cuando hizo su primera denuncia ante la Inspección, y a lo largo del mes de diciembre, estuvieron de baja 32 de los 50 trabajadores de este laboratorio y se acumularon un centenar de incidencias. Sin embargo, hasta ahora no ha habido ninguna comunicación oficial del Sescam, ni la Gerencia del hospital sobre lo que está pasando y las medidas a tomar, «lo que está generando incertidumbre y aumentando el malestar de gran parte de la plantilla», ha explicado el secretario provincial del sindicato, Federico Pérez. Será este miércoles cuando, por fin, a petición de los delegados de prevención, se celebrará un comité extraordinario de prevención, donde se imaginan que los responsables del Sescam explicarán su plan de contingencias, lo que van a hacer con los trabajadores y en qué condiciones trabajarán. Pérez está convencido de que seguramente pondrán sobre la mesa algunas de las propuestas que el sindicato viene elevando desde hace meses.
Mientras tanto, CCOO, ha explicado el delegado de prevención del Área Sanitaria 1, José Ángel Díaz, exige que se cierren los cinco laboratorios del hospital, porque tiene constancia de que hay más trabajadores afectados allí. Están acudiendo a urgencias por pérdida de conciencia, sangrado de nariz, úlcera, enrojecimiento de ojos y afonía, también por la contaminación. Está convencido de que en las nuevas mediciones ahora ejecutadas, van a salir allí también más problemas. De forma que pide el cierre de estos espacios hasta que se apliquen las medidas correctoras, se repare el citado sistema de las extractoras y se demuestre que ya no hay contaminación.
Entiende el sindicato, apuntó Chelo Cuadras, que un laboratorio «es un servicio esencial y hay muchos pacientes que están esperando el resultado de esas pruebas para un tratamiento, por eso no hemos sido drásticos a la hora de tomar medidas, porque éramos conscientes de lo que puede suponer la paralización de este servicio, pero la evidencia en los daños a la salud a los trabajares ha sido cada vez mayor». Díaz explica que el Sescam debe en primer lugar mirar por la salud de sus trabajadores. Puede desviar las muestras a otros hospitales y trasladar momentáneamente a los trabajadores. El cierre del laboratorio ha sido una decisión sin precedente en la provincia de Toledo y en la región, ha explicado Pérez pero su sindicato no ha podido hacer otra cosa que denunciar el riesgo grave e inminente para la salud de los trabajadores del hospital.
Acciones legales. Más allá, CCOO está estudiando también emprender acciones legales contra los gerentes del Complejo Hospitalario y del Sescam y la mutua Solimat. Cuadras apunta que si el Sescam hubiera escuchado sus quejas, no las hubiera minimizado, el daño a la salud a los profesionales se hubiera podido minimizar o evitar. Por su parte la mutua, explicó Díaz, está «maltratando» a los trabajadores afectados, a los que manda a su médico de cabecera al estimar que sus síntomas no son un accidente laboral y se desentiende.
Pérez ha criticado las declaraciones del consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, quien llegó a decir que «no hay nada, porque no existe nada», o del gerente del Sescam, que apuntó que era desproporcionado el posible cierre del laboratorio en función de las medias obtenidas, «cuando estas medidas estaban cinco veces por encima de lo permitido en productos cancerígenos y mutagénicos».