El fondo de pensiones del Estado noruego, que posee una participación del 1,49 % en Ferrovial, ha decidido finalmente votar a favor del traslado de la sede social de la compañía a Países Bajos en la junta de accionistas que el grupo presidido por Rafael del Pino celebrará mañana en Madrid.
Todo ello a pesar de que previamente anunciara que votaría en contra de la fusión inversa a través de la que Ferrovial sería absorbida por su filial holandesa.
"Cuando evaluamos transacciones corporativas, consideraremos también si hay suficiente transparencia para tomar una decisión completamente informada, si todos los accionistas son tratados de forma equitativa y si hay conflictos de intereses innecesarios", explicaba el fondo.
No obstante, según el informe de voto publicado este miércoles en su página web, el considerado mayor fondo soberano del mundo votará finalmente a favor de todos los puntos del orden del día de la junta de accionistas, trece en total.
Según explican a EFE fuentes consultadas, inicialmente el fondo habría aplicado un criterio similar al que tiene en cuenta cuando se fusionan dos sociedades distintas, mientras que en este caso concreto de Ferrovial se trata de una fusión inversa con una compañía del grupo con la que comparte los mismos accionistas.
La decisión del fondo noruego, que invierte los ingresos del gas y del petróleo en el extranjero, se produce cuando faltan menos de 24 horas para que Ferrovial celebre una junta histórica para su futuro y refuerza los apoyos con los que ya cuenta el grupo para sacar adelante este traslado a pesar del fuerte rechazo que ha generado en el seno del Gobierno y de las presiones que ha recibido para dar marcha atrás a esta operación.
Además, este cambio de postura tiene lugar después de una insólita relación epistolar iniciada por el Gobierno horas antes de que los accionistas deban decidir su voto y con la que, según justificaba ayer el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, no se buscaba presionar sino trasladar esta información a los accionistas de cara a una operación trascendental.
Mientras se siguen evidenciando las diferencias con el Gobierno, al que Ferrovial le pide que respete la voluntad de los accionistas, siendo estos los verdaderos propietarios de Ferrovial, el grupo sigue atando las mayorías suficientes para sacar adelante esta propuesta, que anunció de forma sorpresiva a finales de febrero.
Además del fondo noruego, Rafael del Pino, que suma un 20,4%, su hermana María con el 8,2%, y el fondo TCI, con el 7%, votarán a favor de esta propuesta.
Por su parte, Leopoldo del Pino, hermano del presidente de Ferrovial y cuarto accionista del grupo con un 4,15%, se inclina a votar en contra, aunque parece que no ejercerá su derecho de separación, que ascendería a casi 800 millones, por encima de los 500 millones que ha fijado la compañía para no verse afectada negativamente desde el punto de vista financiero y de rating.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha insistido en que le gustaría que la sede siguiese en España y que no hay razones económicas que justifiquen esta decisión. Un punto clave para poder acogerse a la exención de tributar por las plusvalías latentes que afloren con la operación y que deberá ser estudiada por la Agencia Tributaria, que niega presiones del Gobierno y avisa de que estos análisis pueden demorarse años.
Por su parte, Ferrovial insiste en que no hay un motivo fiscal en este traslado y que las razones económicas son "sobradas y conocidas".