Aunque en estos tiempos parece que todo el saber está en internet a un simple clic del ratón del ordenador, los libros siguen siendo una importante fuente de conocimiento para las personas, así como un referente para el entretenimiento. Aunque es importante saber manejar las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación desde edades muy tempranas, no menos importante es que los más pequeños se acerquen a la lectura a través de elementos más convencionales y tradicionales.
Es en este punto cuando el libro infantil cobra protagonismo y ayuda a los niños a desarrollar su imaginación y a coger un hábito lector que seguro agradecerán cuando sean adultos. Este hecho es tan importante que hasta merece una conmemoración internacional a la que, como no podía ser menos, se unión la Biblioteca Municipal ‘José Hierro’. En concreto, la celebración tuvo lugar el miércoles por la tarde y congregó en el anfiteatro que hay junto a la sala infantil a un buen número de niños y niñas acompañados por sus padres.
El acto, que estuvo amenizado por el cuentacuentos Pablo Albo, sirvió también para que se leyera un manifiesto elaborado para la ocasión por la sección irlandesa de la Organización Internacional para la Promoción del Libro Infantil. El texto, bastante amplio en su contenido, venía a incidir en el hecho de que el escritor es una figura vital y clave en la elaboración de un libro, aunque igualmente subrayaba que la publicación en cuestión no es nada y no logra cobrar vida si no tiene lectores que lo lean.
Concurso de El Greco. Antes de todo esto se realizó el sorteo de un concurso en el que niños de entre ocho y doce años tenían que responder correctamente a un cuestionario sobre El Greco. El certamen congregó a 161 escolares de los colegios Nuestra Señora del Prado, Ruiz de Luna y Lope de Vega y 37 acertaron todas las preguntas planteadas, si bien ninguno se llevó el premio por no estar presente en el momento del sorteo.
No obstante, el galardón, que consistía en un lote de libros relacionados con el pintor cretense, no quedó sin dueño y fue a parar a manos de Lucía Crespo, alumna del Colegio Nuestra Señora del Prado que, aunque no respondió con precisión todas las cuestiones sobre el artista, sí acudió a la rifa.