Esto sí que es una noche toledana

Galán
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Toledo se abrió en canal para su ciudadanía este sábado. Espacios culturales y espirituales abrieron sus puertas en una Noche del Patrimonio donde la música puso el sobresaliente

Existen diversas teorías sobre lo que verdaderamente significa la expresión de pasar una noche toledana, aunque la más mayoritaria está vinculada a aquella nocturnidad en la que cuesta coger el sueño.  Sin embargo, y sin tener mucho que ver con lo recientemente expuesto, lo vivido en Toledo este sábado sí que se debería considerar como una verdadera noche toledana. No tiene otro nombre. Espacios como el Monasterio de San Juan de los Reyes, el Alcázar, la Mezquita del Cristo de la Luz o el Convento de Santa Clara -entre muchos otros puntos patrimoniales de la ciudad- abrieron sus puertas para que toledanos y foráneos los conocieran. A eso habría que sumarle las actuaciones musicales de talento local como Veintiuno o Julián Maeso, más otros internacionales de la talla de Pancho Varona, que conjugan una ecuación tan identitaria que hace pensar que a esto se referían los literatos de épocas pasadas al hablar de una noche toledana. 

Ya desde el viernes este ambiente comenzó a palparse en el interior de una de las novedades. La Diputación de Toledo mostró al público sus instalaciones con varias rutas teatralizadas. Las reservas previas que debieron rellenarse para poder asistir se esfumaron en tiempo récord. Pese a ello, no era más que el aperitivo de lo que iba a llegar el sábado, la reconocida Noche del Patrimonio.

Quizás, acostumbrados a ver el eje principal Ayuntamiento-Zocodover repleto de gente sin poder avanzar entre la multitud en fechas como las navideñas podría hacer pensar que esta edición del evento cultural reunió a menos personas de lo habitual, pero es cierto que la diversificación de los ejes por los distintos puntos de la ciudad hacía vislumbrar visitantes por calles tradicionalmente silenciosas y vacías del Casco Histórico y alrededores. Otros lugares como la plaza de Zocodover a la medianoche con el concierto de Pancho Varona defienden lo contrario al albergar a miles de personas a altas horas de la noche.

Esto sí que es una noche toledanaEsto sí que es una noche toledanaReseñables fueron también los visitantes que no se quisieron perder las actuaciones de Veintiuno, repartidas entre la Puerta del Sol, el Hospital de Tavera y un espectacular claustro del Monasterio de San Juan de los Reyes, que se abría por primera vez al público general y lo hacía de la mano de este grupo toledano para atraer a los más jóvenes hacia su belleza patrimonial.

Al margen del componente musical que acompañó la noche en estos espacios tan emblemáticos, también fue notoria la asistencia que recibieron otros espectáculos como el vivido en el Patio de Armas del Alcázar. Allí, un grupo profesional de esgrima realizó una exhibición que recibió la atenta mirada de toledanos, no sólo de cerca junto a la escultura del emperador Carlos V, sino también desde las alturas, en los balcones interiores con los que cuenta el imperial edificio toledano. Precisamente, para acceder a este enclave los visitantes debían de hacerlo por la Fachada de Covarrubias, lugar que no dejó de aglutinar flujo de ciudadanos durante toda la noche.

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Esto sí que es una noche toledana - Foto: Ángeles Visdómine
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Esto sí que es una noche toledana

En definitiva, una nueva Noche del Patrimonio exitosa, porque al albergar tanto talento libre nada puede salir mal. Es la verdadera noche toledana.