El pabellón deportivo de la Escuela de Gimnasia cerrará sus puertas en breve para afrontar una intensa y ágil remodelación integral centrada en ganar eficiencia y sostenibilidad, mediante la mejora de la envolvente térmica y la renovación de las instalaciones; en adecuar el edificio a la normativa de accesibilidad y modificar la distribución de espacios para adecuar su espacio al uso principal y otros auxiliares que posibiliten simultanear actividades deportivas.
Estas condiciones marcadas por el Ayuntamiento han sabido adaptarlas a los planos la UTE formada por los estudios AIA (Arquitectos Ingenieros y Asociados) y AMA Arquitectura, redactores de un proyecto esperado que ha seguido con fidelidad el anteproyecto que se anunció a finales de la legislatura anterior para obtener un edificio de 2.553 metros cuadrados útiles más funcional, más rentable y versátil a la hora de planificar actividades y eventos deportivos.
El equipo redactor ha tenido muy presente que el proyecto debe ejecutarse con celeridad, puesto que está afectado por financiación europea y tiene como fecha límite el mes de septiembre, con lo que se ha optado «por la utilización de sistemas constructivos flexibles» que permiten la reestructuración interna, ampliaciones, mejoras y materiales que aseguran una buena duración y recambio en caso necesario.
Además, el proyecto parte con un objetivo irrenunciable, la integración del edificio en el entorno, en el Parque de las Tres Culturas. La vegetación jugará como elemento clave, puesto que la propuesta apunta la incorporación de un tapizado vegetal en la parte baja del edificio a base de parra virgen.
Lo más novedoso, sin duda, del diseño, es la apertura de un patio alargado adosado al lateral norte de la sala principal que aportará luz y especies de buena adaptación al entorno, como la stipa o la aucuba. El patio se cerrará con policarbonato modular por todos sus lados excepto al este, ya que se mantendrá abierto a partir de la planta baja.
El edificio mantendrá su jerarquía, pero su remodelación garantizará un uso más racional y más intenso de las instalaciones gracias a su división interna en torno a una pista central principal de 40X20 metros adaptable a tres pistas laterales más pequeñas que facilitarán actividades como baloncesto o voleibol, entre otras.
También se mantendrá la jerarquía del edificio y los accesos de entrada y salida diferenciados entre deportistas y público. Del mismo modo, la planta baja se completará con la sala de esgrima, los vestuarios y el espacio destinado a la recepción y se posibilita una planta primera se reservarán salas de fitness y de otras prácticas deportivas.
Otro de los objetivos vitales del proyecto plantea la retirada de la cubierta de uralita de la zona en su zona central, material derivado del amianto, con lo que está prevista su retirada, se mantendrá la estructura mediante cerchas metálicas con una nueva cubierta de tipo panel sándwich. Además, el cerramiento de las nuevas edificaciones de las crujías será una cubierta invertida de grava que garantiza mayor protección impermeable y un menor mantenimiento.
Placas y led. El proyecto busca garantizar el ahorro energético mediante la instalación de equipos de aerotermia y placas solares, «una simbiosis capaz de conseguir que el edificio tenga un consumo energético nulo». Al mismo tiempo, todas las estancias contará con iluminación natural y la artificial se instalará mediante sistema led.