Esta semana se ha hecho público el Informe Draghi que ha expuesto la situación de Europa en el momento actual y qué medidas habría que adoptar para limitar el declive que afecta a la economía y la sociedad europea. La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, encargó al antiguo Presidente del banco Central Europeo y ex primer ministro italiano este informe que, con el título de 'El futuro de la competitividad de Europa' pone sobre la mesa, en sus más de 400 páginas, el análisis de la situación económica de Europa, al mismo tiempo que plantea una seria de medidas valientes y ambiciosas para sacar a la economía europea de su letargo y adaptarla a la nueva realidad tecnológica, energética y geopolítica mundial. Bienvenido sea el Informe, aunque es de temer que, dado que llevar a cabo las medidas que propone, implica una mayor integración de los Estados en la UE, así como reformas estructurales y mayor coordinación de sus políticas, todo apunta que las soluciones que el Informe plantea llegarán tarde casi seguro. El individualismo de los Estados que conforman la UE, la excesiva burocracia que soporta la misma y la falta de agilidad en la toma de decisiones, puede hacer inviable que se lleven a cabo las medidas que se proponen en sus más de 400 páginas. Pero ya es de agradecer que haya políticos que encarguen un proyecto, le dan publicidad y permiten que se debata sobre el mismo. Al menos podremos tener la ilusión de que se conocen los problemas, se sabe cómo enfrentarse a los mismos y como dar las soluciones adecuadas. Se asume que la UE ya no podrá contar con energía barata procedente de Rusia, que la entrada de nuevos países en los mercados mundiales va a limitar nuestra ilimitada capacidad de exportación y que se ha acabado que los EE. UU. nos mantenga bajo su paraguas de seguridad. Y si a esto le añadimos nuestra falta de competitividad y el estar fuera de la cuarta revolución industrial, que dominan China y los EE. UU., tenemos que hacérnoslo mirar. Draghi plantea que habrá que invertir 800.000 millones de € al año, cifra que parece inalcanzable, pero debemos pensar que esta cifra supone el 5% del PIB europeo, porcentaje que seguro perderemos si no hacemos nada. Ojalá tuviéramos un Mario Draghi entre nosotros.