Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


El vino en el momento del cantinero

11/03/2024

Una de las cosas más extravagantes que uno (yo), se encuentra en muchos sitios que están dedicados a poner vino dentro de vasijas de vidrio, que no cristal, es a un cantinero científico, tabernero a más, ciertamente (un vulgar) camarero con ínfulas o mesero cuatro estrellas (que de esto no existe ninguno), y que un ignaro (que no tiene noticia de las cosas) de la mayoría de ellos (y ellas también, que la mayoría así son), se autollaman lo de saber (y la mayoría dicen que mucho) sobre esto que llamamos «bebida alcohólica que se obtiene por la fermentación del estrujado y exprimido líquido (jugo de la fruta) uva (variedades vinificables)», con un nombre impronunciable en la lengua latina hispana, que empieza por 's', en lengua latina franca. Bien, pues estos (as) profesionales (as), que como un tal Facundo Di Genova en su libro 'El barman científico. Tratado de alcohología', -según lo mira Antonio Egido- trasmite la idea que hay muchos inanes e ignaros «simples cantineros», qué puestos en esas fortalezas tras las murallas de sus barras y muchas «altas mesas».
Por solo el hecho de tener en sus manos una botella de vino, que por la razón SNOB de turno el propio productor de la misma botella, ya dice de la misma que hay que pagar por ella mucho; pues es entonces el mejor momento del ignaro mesero, que realmente lo que, si sabe hacer es actuar solo con la ciencia del engaño, de la picardía y de la vileza, aun estando en un espacio elevado, que cuanto más elevado más se re-fortalece. No compartiendo su sabiduría, porque no es sabio y realmente no tiene ni idea de lo que está sirviendo, solo más bien es soberbio, debido a que, lo que hace en verdad en esos momentos que parece estar muy al servicio, con la máxima de un «admirador, un amigo, un siervo, un esclavo», en realidad lo que está haciendo es una relativa humillación y hasta insulto a quien verdaderamente solo le tiene que servir, y encima le va a pagar sus buenos dineros, por un porcentaje en la actualidad de hasta un 1000% y mucho más, en muchos casos. Pero lo bueno de esta actual malísima realidad, es que, por fin, algunos de estos científicos meseros o titulados cantineros, no pueden hacer de las suyas, que solo en verdad tiene un nombre, que no es el de compartir o colaborar o divulgar, sino otro verbo que empieza por 'e', o también el verbo que empieza por 'r'.
Pero gracias a Dios, qué en su infinita bondad ha hecho llegar estos tiempos y los vivamos por medio de esta desgracia en forma del servicio actual. Podamos comprobar de alguna manera ver si alguien de la masa de los cantineros, aprende a colocar «honrada y humanamente» bien, todas las «cosas» de este mundo, de una vez por todas, y los meseros sean científicos, titulados o no, lo que deben ser, como debemos ser los demás es sencillamente honrados, coherentes, sensibles y buenas personas. Pero realmente, esto último es una utopía, y aún más con los tiempos que vienen a ser ejecutados por personas de menos de cuarenta años y su experiencia va claramente hacia la anterior situación.

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