Un maestro de mi pueblo, cuando algún escolar quedaba descubierto y quería negar lo evidente, decía: ¡mirad qué listo es, se esconde en medio de la plaza y se cree que no lo ve nadie!
Esta táctica es la del consejero de Fomento: sabedor de que el AVE no tiene anunciada su entrada en ninguna estación que no exista ya y con un «acongojamiento» propio de quién teme la vara verde, es decir, a Pedro Sánchez, se pone la venda tapándose los ojos, en la esperanza de que no solo sea él quién no vea, sino que no vea nadie la maniobra. Porque, lo que nos está diciendo este «arrojado» servidor público, es que no le hagamos hacer promesas que sabe que no va a cumplir y tampoco le acosemos para que reivindique nada a Moncloa, porque sabe cómo se las gasta don Pedro. Y como sabe también que después de pasar por la taquilla catalana no va a quedar un solo euro para el resto de España, pues mejor es seguir estudiando el AVE, despacio, muy despacio y completo, hasta que nos sepamos todas sus tuercas…
¿Después de veinte años aún no se sabe la asignatura del AVE este consejero? ¿Cómo ha llegado a tal cargo si cualquier talaverano recitaría de corrido esta asignatura sin olvidarse ni del «fleje de la concéntrica»? Se ha hecho viejo Álvarez Cascos que ya lo tuvo en proyecto, no se ha hecho viejo Zapatero porque personajes con esa actividad cerebral no envejecen nunca, pero creo que fue allá por 2010 cuando dijo en Talavera que el AVE venía toda velocidad, ¡como que mucha gente, inocente entonces, se fue a la estación a verlo llegar!
Pues ahora resulta que hay que estudiarlo despacio. De todas formas que no se preocupe el señor consejero, en Talavera estamos acostumbrados a esos períodos de tardanza de las obras. Sabemos, por ejemplo, de la enorme dificultad que entraña hacer un puente sobre un río tan «caudaloso» como el Alberche. De hecho, ninguna empresa se atrevió con su bravura, y para evitar tragedias, optaron por estrechar el puente… Tenemos empezado hace un año un kilómetro de carretera y por la velocidad tan endiablada que lleva la obra se espera que termine en esta década…
Lo entendemos, consejero. A los talaveranos no nos hace falta ninguna inversión especial en "comprensión lectora" para comprender lo que leemos, sobre todo entre líneas. Porque a base de trolas, mentiras, embustes, disimulos y patrañas, aún los que no sabemos leer sabemos hacerlo entre líneas y su explicación no ha podido ser más clara.,
Actualmente todos los españoles se están aplicando en comprender. Fíjese si es así, que en un rato hemos entendido que hay dos tipos de terrorismo: el de mal gusto y delito muy grave, que asusta a los progresistas, que tienen que huir solo porque los quieren detener por dar un golpe de estado. Otro, es el terrorismo chistoso, divertido y progresista, el tipo Gila, vamos, que consiste en correr secretarias judiciales por los tejados, arrancar media cabeza a un policía nacional, quemar bienes opresores y echar a la guardia civil de los hoteles. Esto no puede llamarse terrorismos ni mucho menos y por supuesto los que han hecho tales cosas merecen volver a España bajo palio… Fíjese, consejero, hasta donde comprendemos…