La maestría hace escuela y Centro Cerámico Talavera lo ha conseguido más allá de las fronteras locales. La línea que este alfar iniciara hace más de quince años de colaboraciones con diseñadores y artistas que han ido encontrando en la cerámica un medio de expresión de su creatividad, ha creado escuela. La semana pasada inauguraban una exposición en Madrid, que resume  buena parte de esa trayectoria que han fraguado, en colaboración con cerca de treinta creadores muy diversos. 

Se trata de una propuesta realizada por dos de las escuelas de cerámica de Madrid, en las que durante años han visto que muchos de los nuevos estudiantes que llegan a sus aulas citan como referencia los trabajos que salen de los hornos de Centro Cerámico Talavera. Una satisfacción para este taller, como explica Ana Fernández Pecci: «Ves como se aprecia y como se ve reflejado en nuestro trabajo el interés por la cerámica». 

Estas nuevas hornadas de ceramistas han podido conocer así formas de expresión muy diferentes al azulejo o las piezas utilitarias que proceden de la tradición y comprobar que se trata de una materia viva y en constante evolución, a través de la cual se puede expresar casi todo.

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