La noche más mágica del año. La noche donde los sueños se hacen realidad. La noche donde los niños y niñas de Toledo se van a dormir para esperar la llegada más especial. La noche cae en Toledo y con ella aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar.

Una vez más, las calles de la capital castellano-manchega se volvieron a engalanar para dar la bienvenida a sus Majestades de Oriente, en una cabalgata que se desplegaba como un cuento de hadas.

A medida que los caballos avanzaban con su belleza, los Reyes saludaban, desde sus nobles carrozas, a una ciudad impregnada de un fervor mágico.

Noche mágica, en una mágica ciudad de Reyes

Un pasillo de niños y niñas, y pasillo de ojos expectantes, donde las luces titilaban al paso de los Reyes para convertir en una alfombra cada piedra de la ciudad.

Risas, cánticos y la cabalgata de Toledo se convierte en un espectáculo que trasciende el tiempo. Con lluvia de caramelos.

Frozen, Mario Bros, Bob Esponja, Barbie, con el Nano incluido, o lo Minions… todos estaban citados para darle color a la noche más expectante de Toledo, recordándonos la importancia de la esperanza y la bondad en estas fechas.

Noche mágica, en una mágica ciudad de Reyes

Un último mensaje de Melchor a los más pequeños, y agradecimiento por "el cariño de la gente. Recibidas vuestras cartas, os intentaremos traer todo lo que habéis pedido. Así, empezar el año con una sonrisa y un regalo bajo el árbol".

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En sus manos, la llave de la ciudad, para poder entrar en todas las casas de la ciudad. Porque nadie se quedará sin su regalo, porque "todos somos iguales. De distintas partes del mundo, pero iguales. Hay que respetar a todos y nuestros Reyes Magos siempre lo hacen. Acordarnos también de los que por enfermedad no pueden estar aquí", señalaba Carlos Velázquez, en su discurso de clausura de la cabalgata. Con un mensaje final: "La verdadera ilusión es la que ve en lo invisible y cree en lo increíble". Una ilusión que aguarda paciente la llegada de sus Majestades de Oriente.