El gemelo digital ordenará la cerámica de la Basílica

C. S. Jara
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El proyecto, que involucra a investigadores de cuatro universidades de España y está codirigido por el talaverano Fernando González Moreno, intenta recomponer de forma digital toda la cerámica que decora el templo

El gemelo digital ordenará la cerámica de la Basílica

La azulejería de la Basílica del Prado es casi un puzzle al que dos proyectos que implican a investigadores de cuatro universidades intentará dar orden. Será a través de la creación del gemelo digital, una versión virtual que recreará el orden original con el que fueron concebidos paneles, retablos y toda la valiosa cerámica del siglo XVI que decora el templo talaverano. Al frente del proyecto se encuentra el especialista talaverano Fernando González Moreno, profesor titular de Historia del Arte en la Facultad de Humanidades de Albacete, de la que es en la actualidad decano. González Moreno codirige el proyecto junto a Josefina García León, de la Universidad Politécnica de Cartagena.

Procedente de la antigua ermita de San Antón, pero también de otros muchos templos talaveranos ya desaparecidos, la azulejería que decora todos los espacios de la Basílica del Prado, desde el pórtico a la sacristía, pasando por los zócalos del interior, es en buena parte un enigma que siempre ha retado a González Moreno. «Lo que intentamos con este proyecto es hacer entender a la gente que lo que está viendo no era así, vamos a intentar mostrarles cómo tendría que haber sido y fomentar también la necesidad de que eso se conserve», explica el investigador.

La Basílica del Prado, de propiedad municipal, se convirtió en el espacio donde se fue recolocando la cerámica de la época dorada, elaborada para otros templos. Es visible en numerosos puntos la presencia de azulejos descolocados, que rellenan huecos sin que se correspondan con las creaciones origionales. Pueden sustituir a azulejos perdidos, rotos o simplemente trastocados que acabaron colocados en otros espacios del mismo templo. 

«Nos hemos acostumbrado a ver unas estructuras y unos paneles que en realidad falsean mucho cómo tendrían que haber estado. Nuestro proyecto lo que intenta es recuperar esa imagen de cómo tendría que haber estado realmente», explica González Moreno: «Somos conscientes de que hacer ese proceso físico ahora mismo es casi un imposible, porque está todo tan sumamente trastocado que prácticamente implicaría arrancar toda la azulejería de toda la Basílica. Porque a lo mejor para completar un panel del pórtico hay que quitar un azulejo que está en el crucero».

Ese es el puzzle que se intentará resolver con el gemelo digital, que tiene el reto de recomponer la estructura original de la azulejería. Por ejemplo, en el pórtico, cuya cerámica fue restaurada muy recientemente, se aprecia esa distorsión del original con dos escenas diferentes, la procesión de las vírgenes y de soldados, unidas en torno a la figura de Cristo. «En realidad eso eran dos frisos, dos arrimaderos diferentes que en su origen, normalmente se colocaban además en los laterales de las naves de la Iglesia, en un lateral estarían las vírgenes procesionando ante una imagen de la Virgen, que aquí ha desaparecido y en la otra nave tendríamos a los soldados desfilando ante Cristo», señala Moreno recordando que esta disposición queda así recogida y, en este caso bien conservada, en la ermita de Piedraescrita y su valioso conjunto cerámico. 

Su disposición original se podrá ver a través del gemelo digital: «Hay azulejos intercambiados por toda la Basílica. Están tan sumamente mezclados y el problema es tan grande que actuar a ese nivel físico es complicado, sería muy caro y además realmente los azulejos están en una situación muy frágil».

Para ello se está fotografiando, digitalizando y catalogando toda la azulejería, azulejo por azulejo, «para crear un gran repositorio digital de azulejos, como si fuese la caja de las piezas del puzzle. Y una vez que tengo las piezas en la caja, intentar montar el puzzle». En este caso, falta la imagen de partida del rompecabezas, que hay que definir encajando las piezas dispersas en muchos casos por toda la iglesia. 

Un ejemplo es el retablo de San Antón: «Como tal no existió nunca porque creemos que cuando se recoloca, a comienzos del siglo XX, se le puso una hornacina y la escultura de San Antón, pero que eso nunca estuvo ahí». «Seguramente era un retablo dedicado a la imposición de la casulla de San Ildefonso o para la Virgen», aventura el investigador. 

El trabajo se va a desarrollar en tres años e integra dos proyectos diferentes, uno nacional  del Ministerio de Universidades y de Innovación con un presupuesto de 68.000 euros, y otro regional, de la Fundación de Innovación de Castilla-La Mancha, con una aportación de 38.000 euros. Participan la UCLM, la Universidad Politécnica de Cartagena, la Universidad de Murcia y la Universidad de Extremadura. Este martes celebrarán en Talavera un encuentro que estará abierto al público en el que se dará a conocer el proyecto. La reunión científica estará dirigida por Fernando González Moreno, bajo el título «La azulejería de la Basílica del Prado de Talavera de la Reina: un gemelo digital interactivo e inteligente para su documentación, análisis y divulgación».

En este caso, el gemelo digital puede que no se parezca mucho a la realidad actual, pero intentará ser lo más fiel posible a la historia de siglos que atesora la cerámica de la Basílica del Prado.