El Kaufhaus Des Bundes es una plataforma de compras electrónicas para autoridades e instituciones federales de Alemania que mueve más de 8.500 millones de euros anuales; menos, sin embargo, que el Korea Development Bank, que tiene 70 años de historia y más de 5.000 empleados. Y con todo eso, si tecleas 'KDB' en cualquier buscador, las 10 primeras referencias son para un muchacho entre rubio y pelirrojo, de gesto tímido y cara de niño a pesar de sus 32 años que todavía se pone rojo en el sobreesfuerzo, como el 'gordito' que sufría en Educación Física. Kevin de Bruyne no mueve tantos millones ni tiene tanta historia, pero sí un impacto descomunal en el fútbol moderno y, concretamente, en el Manchester City, que hoy amenaza la imbatibilidad del Santiago Bernabéu.
El belga (Drongen, 28 de junio de 1991) pertenece a ese selecto club de elegidos que conserva el don del toque y el mapa del fútbol en la cabeza. De una manera entendible, por traducirlo al idioma merengue, De Bruyne es Modric con siete años menos. Un futbolista único, diferencial, que domina todos los registros posibles en el último tercio del campo: el pase filtrado, el tiro de media distancia, la irrupción sorpresiva desde segunda línea, el centro en carrera, la precisión en el balón parado… Y está de dulce. Relativamente fresco, teniendo en cuenta que ha estado cuatro meses de la temporada en la enfermería por culpa de una rotura muscular. 'KDB' se rompió en agosto y reapareció en diciembre, y se ha perdido 33 de los 49 encuentros 'skyblue' de la presente temporada. Y ahora el genio tiene hambre.
Doblete
Recién salido de otro percance, el centrocampista señaló hacia Madrid con dos goles y una asistencia en Selhurst Park, hogar del Crystal Palace, donde los mancunianos ganaron (2-4), apretando aún más la lucha por una de las mejores Premier de la historia. Con cierta lógica, por esa forma en la que mezcla fútbol y carácter, el liderazgo sobre el césped es cosa suya. A pesar de que es un equipo con un caudillo tan reconocible (Pep Guardiola), son varios los que portan los galones 'de corto': Rodrigo es el líder táctico, Bernardo Silva es el silencioso y Foden el ruidoso… y Kevin de Bruyne es la extensión natural del entrenador sobre el verde. No es difícil verle en acaloradas y efímeras discusiones con sus compañeros o con su propio preparador: sin saberlo, es ya un 'director técnico' con botas de tacos.
Guardiola disfruta de esas charlas. Acostumbrado a dirigir talento durante toda su carrera, tener a un 'centrocampista-total' como el belga es una bendición: de las 100 opciones que ofrece una jugada, tiene claras cuáles son las tres más lógicas… pero (como hacen los elegidos, Modric por ejemplo) suele elegir la 101, la ilógica, la que nadie vio. En apenas 16 partidos jugados le ha dado tiempo a repartir 14 asistencias y marcar cuatro goles: el segundo de los anotados el pasado domingo sirvió para alcanzar los 100 con la camiseta del Manchester City (y el pase de gol a Haaland, su 167ª asistencia de 'citizen').
De Bruyne, que también volverá a capitanear a su selección en el penúltimo intento de darle un trofeo a la mejor generación de futbolistas de la historia del país, ya conquistó el Bernabéu el pasado curso: un gol suyo en semifinales selló el 1-1 de la ida… sentando las bases del 4-0 de la vuelta. 'KDB', un chico de apariencia inofensiva que esconde a un 'asesino' frío y calculador, es hoy la amenaza más precisa de un equipo repleto de amenazas, de Haaland a Foden, del balón parado al juego posicional. De alguna manera que nadie acierta a defender, como sucede con esos elegidos, Kevin sigue ocultando su decisión hasta el último instante:cuando el tiempo se detiene solo para él. El belga, tipo hierático y poco expresivo, sonríe... y eso es peligroso para el Real Madrid.