El Ayuntamiento le ha premiado con el título de Concejal Honorario de Toledo. ¿Cómo se toma este reconocimiento por su paso por la administración municipal de 2007 a 2011?
No me lo esperaba ni lo había deseado. Me llamó el alcalde y se lo agradecí enormemente. No creo que me merezca ningún honor por cumplir con mi obligación, que creo que es lo único que he hecho en mi vida. Sólo estuve cuatro años en el Ayuntamiento, en este caso Fernando Sanz, que también tiene su reconocimiento, tiene más experiencia, pero en esa legislatura hubo un buen entendimiento para sacar las cosas adelante por el bien de la ciudad. Es algo que echamos de menos ahora.
Trabajar por los ciudadanos es lo más importante de la vida política y si es posible hay que hacerlo desde el acuerdo y el encuentro. Lo cumplimos entonces y sigo teniendo una magnífica relación con todos los concejales que estuvimos en esos años, sin excepción. Echo de menos aquel tiempo en el que cada uno pensaba de una manera, pero lográbamos sacar adelante proyectos, como la redacción del Plan Estratégico, que finalmente se aprobó en la siguiente legislatura.
Además, Emiliano García-Page supo siempre tirar del carro como alcalde y liderar el proyecto. En los últimos días, él ha dicho que las cosas tienen que salir adelante desde el encuentro y el diálogo.
¿Decía hace un momento que echa de menos esa política más respetuosa y dialogada. ¿Qué cree que ha llevado a tanta crispación y a que cueste tanto llegar a acuerdos?
En general, ahora se está utilizando la comunicación, redes sociales y mensajes que llegan a la ciudadanía, de manera torticera. Vivimos en la era de la posverdad, pero no podemos continuar en esta situación. La sociedad parece que acepta vivir en la mentira y en la confrontación. Esta forma de comunicación no solo se puede utilizar desde los partidos o las administraciones, también la utilizamos los ciudadanos, con lo que no podemos echar la culpa solo a los de arriba.
¿Qué le enseñó su etapa como concejal de Educación y Cultura en el Ayuntamiento de 2007 a 2011?
He tenido distintas responsabilidades laborales y políticas, también en el Gobierno regional, pero lo que más me ha enseñado la administración local es que es el espacio desde donde mejor se puede servir al ciudadano de manera más cercana. Y el Ayuntamiento me enseñó que todos aprendemos de todos. Que nadie sabe más que nadie.
En cuatro años da tiempo a sacar adelante muchos proyectos, pero imagino que guarda alguno con especial orgullo, ¿no?
Al poco de llegar al Ayuntamiento me encontré con una carta de la viuda y del hijo del escultor Chillida dándonos un mes de plazo para llevarse la escultura de Toledo, así que hablé con el alcalde y lo solucionamos con diálogo. Para Emiliano fue algo que teníamos que hacer e incluimos en los presupuestos del año siguiente la restauración de la escultura y la dignificación de la plaza. Y mi mayor alegría es que sigue intacta la escultura y la plaza. Esta claro que se ha conservado porque los ciudadanos han querido que fuera así.
El proyecto llevó mucho trabajo, sobre todo, para los funcionarios municipales. Siempre digo que uno puede liderar un proyecto, pero si no hay gente detrás es perder el tiempo.
También guardo con especial cariño el proyecto 'Toledo educa' que pusimos en marcha en aquella legislatura. Un programa muy novedoso entonces que todavía hoy continúa en vigor.
¿Qué proyecto se quedó en el tintero y le hubiera gustado que saliera adelante?
Me hubiera gustado haber sacado adelante la aprobación del Plan Estratégico, pero a finales de legislatura el Partido Popular me dijo con absoluta naturalidad que a esas alturas no lo iban aprobar y se quedó para la siguiente. Tampoco tengo ninguna frustración porque fue un trabajo que sirvió y se aprobó en la siguiente legislatura.
Llevamos meses hablando de la Capitalidad Europea de la Cultura y de la posibilidad de que Toledo pueda serlo en 2031. ¿Ve preparada la ciudad para este gran proyecto cultural?
Toledo siempre está preparada para sacar adelante ese y cualquier otro proyecto. En este caso, hay que competir con otras ciudades que también tienen méritos suficientes y quieren aspirar a ello. La cuestión está en que aquí tiene que pasar algo similar a lo ocurrido con 'Greco 2014', un buen ejemplo. Tiene que haber una gran implicación de la ciudadanía, de las administraciones y una financiación. En el centenario del pintor hubo personas, como Gregorio Marañón, que ayudaron mucho a sacarlo adelante. Tiene que pasar algo así.
En este caso, yo estuve en una reunión hace poco tiempo porque me lo pidieron y estoy convencido de que tenemos los elementos para conseguirlo. Ahora necesitamos la implicación de todos. Tenemos espacios físicos para espectáculos y música porque se ha ido ganando en este terreno en distintas legislaturas. Además, turismo tenemos, proyectos también y se hacen cosas, con lo que hay poner todo en valor para que se considere que somos dignos de esa calidad.
Resulta curioso que iniciara su etapa en el Ayuntamiento en el año que se aprobó el Plan de Ordenación Municipal de Toledo, que quedó anulado. La ciudad sigue sin POM y estamos ya en el año 2025.
Es una asignatura pendiente enormemente importante por muchas razones. No soy ningún experto en urbanismo, pero somos una ciudad en la que es necesario vincular los barrios. Tenemos un número de habitantes que no se corresponde con la extensión que tiene, con lo que los servicios cuestan mucho más al tratarse de una ciudad tan dispersa.
Es necesario un POM y tiene que ver con la conservación y recuperación del patrimonio. Tenemos todavía ahí Vega Baja y alguna otra asignatura pendiente. Es importantísimo, pero hay que hacerlo por consenso. Está claro que si no lo hacemos entre todos, volveremos a fracasar.
En ese Plan Estratégico en el que trabajamos en su momento hay muchas ideas. El Plan de Ordenación Municipal no es únicamente que se edifiquen más o menos viviendas, va mucho más allá. Tiene que ver con la comunicación, el patrimonio, los servicios... Es muy necesario sacarlo adelante.
El AVE y el trazado por el que opta el Ministerio de Transportes de ese futuro proyecto está dando mucho que hablar por la posible afectación del cono visual y por el hecho de que atraviese parte de la ciudad teniendo otra alternativa.
No soy un experto en el tema ni conozco en detalle este proyecto. Lo he leído en los medios de comunicación, pero me preocupa, sobre todo, de cara al impacto que pueda tener respecto al patrimonio. Hay que abogar por encontrar la mejor solución de manera que no violente el aspecto de la ciudad.
He oído y visto respecto a este proyecto que podría tener algún impacto la propuesta del ministerio sobre la vista del Casco Histórico, con lo que hay que salvarlo. Pero todas estas cosas se resuelven, a mi juicio, desde el diálogo y el encuentro entre todas las administraciones, Ayuntamiento, Junta y Ministerio de Transportes. Es muy necesario que haya un punto de encuentro porque, de lo contrario, el proyecto del AVE será malo para la ciudad y para los ciudadanos.