Fedeto afea que el SMI se suba por "testosterona y amenazas"

S.L.H.
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Madruga asegura que el Gobierno busca esta subida para congraciarse con la gente tras la ley de amnistía

Madruga augura que los paganos de la subida del SMI serán el campo y el sector comercio. - Foto: Rubén Serrallé

Este pasado martes  el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, estuvo en Toledo poniendo el valor los beneficios de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Un asunto que actualmente está enquistado en la mesa de negociación entre el Gobierno central, la patronal y los sindicatos. Aquí en la capital regional, el secretario general de los empresarios toledanos, Manuel Madruga, consideró que el secretario de Estado de Empleo «no sabe cómo se negocia el Salario Mínimo Interprofesional» pues, para empezar, dijo, «los empresarios no tenemos obligación de negociar absolutamente nada». Aún así, lo están haciendo, añadió Madruga, pero delante «tenemos un señor que nos ha dicho: «Vale, esto es lo que yo pongo encima de la mesa,  o haces lo que yo te digo o va a ser peor». 

Recordó en este punto, que el Estatuto de los Trabajadores no determina que elSMI se negocie «en función de testosterona ni amenazas, sino que tiene que hacerse en función de varios parámetros», entre ellos el empleo y el IPC. Ambos indicadores, en su opinión, no van tan bien como el Gobierno quiere hacer ver.

La raíz del problema, explicó, radica en la ley de amnistía que Pedro Sánchez negocia con los separatistas catalanes, «que le gusta a muy poca gente y, por lo tanto, está buscando ahora congraciarse con ellos». 

Auguró, además, que el Gobierno de España pondrá encima de la mesa más derechos sociales, como nuevas medidas para conciliar la vida laboral y familiar, pero «en el fondo se llama: Vamos a hacer una fiesta y esa fiesta la van a pagar los empresarios». Medidas, confesó, que son «difíciles» de criticar porque de hacerlo «nos llamarán fascistas o algo por el estilo, pero ya estamos acostumbrados», lamentó el secretario general de Fedeto, que recordó que estos avances sociales los paga el empresario y, en estos momentos, este colectivo «no es competitivo por la cantidad de impuestos que tiene, por las cotizaciones a la Seguridad Social» y también «por los países que tiene cerca,Europa, que precisamente tiene una tasa de paro que es la mitad».

 

Lo pagará el campo y el comercio. Las críticas de Madruga continuaron apuntando a los grandes paganos de que nuevamente se suba el Salario Mínimo Interprofesional: el campo y el sector comercio. En el campo, recordó, está  habiendo «una huida masiva» de trabajadores y el agricultor «no puede soportar los costes que implica la subida delSMI». El segundo perjudicado es el comercio, añadió Madruga, que «se ha pegado un batacazo tremendo estas navidades, con unas ventas por debajo del año pasado, y que afronta unas rebajas con más miedo que otra cosa».

Insistió, por tanto, en que la subida del SMI hay que negociarla en base a parámetros «legales y económicos» y «no por el hecho de que queramos quedar bien en un titular», aguantando, además, «que nos digan que no queremos negociar o no sabemos porque no tenemos sensibilidad social», censuró.