El viaje de Cristina: del paraíso al infierno en una noche

J.Moreno
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La temblequeña vive el paso devastador del ciclón Chido en Mayotte, en el océano Índico. El temporal arrancó el sábado su tejado

El viaje de Cristina: del paraíso al infierno en una noche

Cristina estaba encantada en Mayotte, un archipiélago en el océano Índico perteneciente a Francia. Trabajaba desde hace dos años como profesora y vivía de alquiler junto con más compañeros en la planta alta de una casa. Una vida en las antípodas de su infancia en Tembleque, en La Mancha toledana, que preveía retomar temporalmente en las navidades. Pero el ciclón Chido devastó el sábado de madrugada este departamento galo de ultramar. El tejado de su vivienda voló por el temporal y se refugió en el piso inferior del inmueble. «Pasó mucho miedo y temió por su vida», explica a este diario su hermana María Cruz.

A miles de kilómetros, muy cerca de la ermita de la Purísima Concepción de Tembleque, la familia de Cristina Díaz insistía el sábado en contactar con la treinteañera. El teléfono no respondía, como tantas comunicaciones en Mayotte. Hasta que dio señales de vida. «Soy Cristina. Estoy bien. No os preocupéis», tecleó en un mensaje conciso y tremendamente tranquilizador después de la estremecedora velocidad del viento aquella noche: 220 kilómetros por hora.

Cristina experimentó por primera vez el desastroso efecto de un ciclón. Las autoridades habían puesto sobre aviso a la población horas antes y aplicó el toque de queda. Los miles de habitantes se quedaron en sus casas, e incluso en chabolas en un territorio sumido en la pobreza. Pero no había lugar seguro. El balance provisional de víctimas recuenta 21 muertos y 45 heridos graves. Y el toque de queda está en vigor para atemperar el orden público.

Cristina y sus compañeros racionaron la comida y el agua los días siguientes. La incertidumbre gobernaba aquellas horas posteriores a la tragedia. La llamada de la profesora de instituto (desde un teléfono ajeno porque el suyo quedó destruido) tranquilizó el martes a su madre; está mejor y más tranquila. Además, ha recibido provisiones y dispone de surtidores de agua. Ayer, en un mensaje breve, pidió difundir que las decenas de españoles residentes en Mayotte colaboran con los locales, quienes necesitan de mucha ayuda.

Los familiares han informado al consulado de España en París de la presencia de Cristina en Mayotte, a la espera de una evacuación coordinada por Francia. El ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, que viajó de urgencia acompañado por otros miembros del Ejecutivo en funciones, anunció el lunes desde la isla una serie de medidas para el envío urgente de agua y alimentos y la restauración de las plantas potabilizadoras, según informa la agencia Efe.

Retailleau avanzó la próxima reparación de la torre de control del aeropuerto para dar vía libre a vuelos nocturnos para la llegada de ayuda de primera necesidad, materiales y personal de emergencias.

Desde hoy, funcionará un hospital de campaña para reforzar al de la capital, Mamoudzou, que sufrió graves daños. Las autoridades han enviado a decenas pacientes por vía aérea al cercano territorio francés de Reunión, también en el Índico, a dos horas en avión.

Precisamente, Reunión figuraba entre los viajes que Cristina había narrado a su familia durante esos dos años en Mayotte. «Estoy tranquila, pero siempre hay una cosita. Hasta que la pueda abrazar», explica su hermana Maricruz.

Los 2.000 temblequeños están expectantes también por abrazar a su paisana. Mientras, sus padres y sus hermanas aguardan el próximo mensaje o llamada de Cristina.