"Investigamos y trabajamos con productos que evitan el ictus"

Leticia G. Colao
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Francisco Zaragozá García, Catedrático de Farmacología de las Facultades de Farmacia y de Medicina de la Universidad de Alcalá, recoge esta tarde el Premio Ciudad de Talavera la Ciencia, Tecnología e Innovación

"Investigamos y trabajamos con productos que evitan el ictus" - Foto: L.T.

El Premio Ciudad de Talavera a la Ciencia, Tecnología e Innovación es una eminencia de la docencia y la investigación farmacéutica, sector que lleva en su ADN. Francisco Zaragozá García acumula cargos y reconocimientos relacionados con su trayectoria profesional, que le han llevado a ejercer incluso como presidente del Comité Consultivo Farmacéutico Europeo. Hoy recoge el máximo galardón que otorga Talavera, con el «orgullo» que le da ser talaverano, donde dio sus primeros pasos en el mundo desde la farmacia de su abuelo y su padre, en Cerería 29.

¿Cómo se enteró de la noticia de que era usted Premio Ciudad de Talavera?

Estaba en clase y vi una repetición de llamadas que desconocía y me sorprendí bastante. Devolví la llamada y era Luis Miguel de la Rocha, del gabinete de Alcaldía y me dijo que me estaba llamando el alcalde. No había podido cogerlo, y ya me lo dijo, no tenía ni idea.

Además de la sorpresa, ¿qué supone para usted este reconocimiento de su ciudad?

¡Pero bueno, si soy talaverano! Es una ilusión tremenda. El año pasado me dieron un premio europeo, que me satisfizo muchísimo y lo pasé muy bien, pero es que Talavera es donde nací y es dónde están mis paisanos, un montón de familia y para mí es un orgullo impresionante. Es un reconocimiento fantástico.

¿Qué relación tiene actualmente con la ciudad?

Una relación de cariño, eso es lo primero y no se puede olvidar nunca. Hay que tener en cuenta que yo estudié el Bachillerato en el Colegio Cervantes, que estaba en la plaza del Pan y nosotros vivíamos en la calle Cerería y el trayecto el típico de Talavera, bajar por Arco de San Pedro, llegar a la plaza y bajar por Cerería... es que son tantos, tantos recuerdos, y lo he pasado tan bien allí que es un disfrute. La vinculación ante todo de sentimiento y sentimiento sobre todo por no poder ir más a menudo, es una espina que tengo clavada, pero voy siempre que puedo.

Tengo muchas historias e historietas... ahora con lo del Puente Romano, que siempre hemos dicho Puente Romano y así lo defendemos, me llegó al alma, pero viví de pequeño también otra rotura por otra inundación, ha sido más de lo mismo. Nosotros cuando cruzábamos al otro lado nos íbamos por el Puente Viejo, a ver los molinos y las turbinas de la Hidroeléctrica y pasar a la isla del Chamelo a comer regaliz y bañarnos en Los Sifones (risas). Ojalá se repare bien y pronto.

Catedrático de Farmacología de las Facultades de Farmacia y de Medicina de la Universidad de Alcalá, Doctor en Farmacia con Premio Extraordinario por la Universidad Complutense o presidente del Comité Consultivo Farmacéutico Europeo, entre otros cargos y reconocimientos... ¿qué es para usted la farmacia?

La farmacia ha sido mi vida, a parte de la familia, toda la vida la he dedicado a la farmacia, al medicamento y la terapéutica que es el tratamiento de las enfermedades. Y no solamente desde el punto de vista docente sino también investigador. Tenemos muchos artículos de investigación publicados y mucho trabajo realizado, y seguimos haciéndolo.

¿Cuál ha sido su aportación al desarrollo de la docencia farmacéutica en España y Europa?

En España el trabajo directo y las obligaciones del cargo como docente; en Europa tuve la suerte que me eligieron para representar a España en el Comité  Farmacéutico Europeo cuando nos acabábamos de incorporar a la Unión Europea y fue una experiencia muy curiosa a la vez que satisfactoria, porque me sirvió para aprender una burrada. No teníamos ni idea y llegué a ser presidente de ese Comité Europeo Farmacéutico y trabajamos mucho, también con muchas anécdotas con el resto de farmacólogos europeos.

Su trayectoria profesional dentro de la docencia e investigación, ¿se ha centrado en alguna vertiente en particular?

Sí, en docencia en Farmacología y Terapéutica, con dedicación exclusiva en la universidad. En cuanto a investigación, hemos trabajado con unos productos que evitan ictus, accidentes cerebrobasculares y tenemos publicado muchísimo en ese campo. Empecé también con productos naturales, porque siempre me han atraído las plantas medicinales y últimamente como consecuencia del aprendizaje con el Covid, encontramos unos productos que primero dieron muy buen resultado para combatir la fase inflamatoria de la neumonía bilateral con la Covid-19 y a partir de ahí trabajamos con esos anticuerpos monoclonales y estamos viendo su mecanismo íntimo de acción.

Muy importante el trabajo del sector farmacéutico durante la pandemia...

Sí, en cuanto a oficina de farmacia, ya lo creo. Yo nunca ha tenido oficina de farmacia, mi mujer sí y lo he vivido directísimamente porque mi padre y mi abuelo fueron farmacéuticos en Talavera. Y además de aprender muchísimo con ello, me llamó la atención la evolución de la farmacia, cómo pasamos de hacer fórmulas magistrales a tener ya medicamentos fabricados pero informando sobre ellos, de manera que cuando una persona quiere preguntar algo de un medicamento, va a la farmacia y allí tiene su cumplida respuesta. El farmacéutico es siempre ayuda.

¿En qué momento se encuentra ahora el mundo de la farmacia?

En un buen momento porque los conocimientos son muy elevados, ya no es solamente como antes que se ceñían a la formulación magistral, que ahora también se siguen haciendo fórmulas, y en farmacia hospitalaria también, que están magníficamente bien formados. Un farmacéutico cuando entrega un medicamento, da garantía de que eso es lo que necesita, e informa de si un medicamento puede tomarse con otro que ya toma, y el seguimiento del paciente y del medicamento y sus efectos.