Rebajas entre un veinte y un cincuenta por ciento de descuento están ya por todas las zonas comerciales de Toledo. Pasados los Reyes, llegan unas rebajas con las que los comercios pretenden sacar todo su stock del almacén, si es necesario, a precio de coste, y en las que los clientes quieren ahorrarse un dinero. Pero, como siempre, no es oro todo lo que reluce, y desde la Asociación de Comercio de Toledo aconsejan comparar mucho, y confiar en el comercio de proximidad, huyendo de los cantos de sirena de internet, para evitar sorpresas.
Así lo hace el presidente de los comerciantes, Juan Manuel Albelda, convencido de que los consumidores van a acudir a las rebajas como todos los años, y les pide que comparen precios y calidades; que comprueben que los productos no son de menor calidad y que certifiquen que la rebaja es real. Así lo podrán verificar, se muestra convencido, en su comercio de calidad de confianza, y aconseja que también lo hagan en otros tipos de comercio para evitar sorpresas.
A falta de datos oficiales, explica Albelda, parece que la campaña navideña en el comercio toledano no ha sido mala. Ahora es el momento para que el comercio saque el stock de productos que no ha vendido estas Navidades y que los clientes traten de comprar productos a los que ya había echado el ojo a un precio menor que en las fechas navideñas. Llegan las rebajas a las tiendas toledanas, «otro aliciente que ponemos desde el comercio para que sigan viniendo a nuestros establecimientos».
Durante estas semanas, los comercios sacan el stock acumulado de los almacenes, «ya no persigues tanto el margen como cuando tienes el precio completo», porque el objetivo es «liberar los almacenes de producto que puede quedar obsoleto, al final es minimizar impactos futuros». En ocasiones incluso, explica el presidente de los comerciantes, lo que se hace es eliminar el margen de beneficios y cubrir costes, algo que el consumidor está esperando, acostumbrado a los patrones de consumo, y que ayuda a vaciar los almacenes y comenzar el año con espacio para los nuevos productos.
El cliente que conoce los productos, que incluso se los ha estado probando estas Navidades, puede aprovechar para ahorrarse algo de dinero, comprarlo a mitad de precio incluso que un par de días antes, cuando todavía estaba en marcha la campaña de Reyes, cuando las tiendas tenían el precio correcto para sacar el margen de beneficio necesario al producto. «Es algo que ha existido siempre, que existe y está en el imaginario del consumidor», apunta Albelda. Así al menos ocurre en el pequeño comercio, aunque quizás no sea así en todas partes.
Ojo con la web. La tendencia de los últimos años, apunta Albelda, es que las campañas se desdibujen, por lo que algunos comercios iniciaron sus rebajas antes incluso del fin de las Navidades. Las nuevas tendencias de consumo que facilitan precios on line durante todo el año en determinados market places «hacen que al final no estemos tan condicionados a fechas como pasaba antes».
El problema, explica Albelda, es que en internet no es oro todo lo que reluce. El cliente habitual del comercio de proximidad conoce los precios anteriores del producto que quiere y puede después contrastar la rebaja. Sin embargo, es habitual que en momentos como estos la propia OCU avise de las estafas de campañas por internet, «que en el fondo están aumentando precios antes para en el fondo llegar al precio en el que mantienen perfectamente su margen, teniendo en cuanta además que los precios de internet, muchas veces comparables a los del pequeño comercio, tienen unos costes asociados inferiores por el tipo de negocio que son, de ahí el crecimiento de estos market place, gracias a ese margen de costes de su modelo de negocio, y precios de comercialización iguales o mayores». El consejo, por lo tanto, es comparar y no dejarse llevar por la emoción de primeras.