Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Precisamente tú

03/07/2024

Nunca llueve a gusto de todos, ya saben de mi afición por citar al refranero español. No como fuente literaria, sino como fuente de inspiración si no intelectual, sí de profusión del sentido común y el valor de las personas.
Pues en esa capacidad del ejercicio de la libertad, a partir de la expresión, la opinión e, incluso, la decisión, están los gustos para los colores. Es por eso que, siempre estaré del lado de la defensa de la opinión libre de cada cual, lo que no confiere que defienda el exabrupto como ejercicio de la libertad de expresión.
El filósofo José Antonio Marina decía, hace años, que todos debemos tener libertad de opinión, pero esa opinión, en función de su contenido podría ser respetable o no. Respeto a la libertad de opinión y posicionamiento, pero no hay que respetar todo lo que diga un individuo, si eso me ofende u ofende a otros que me rodean, me interfiera a mí o no. 
Es por eso que en las fechas en las que estamos y, de cabeza que nos llevan a implantar una nueva ley de prensa, o de censura a los medios de comunicación, usen el nombre que mejor les convenga, nos veremos abocados a modernos la lengua por miedo a que nos den un palo, bien bajo amonestación, bajo multa o directamente bajo destierro mediático y social. ¿Exagerado? No tanto. 
Echarán la culpa a Sánchez y a sus socios podemitas, indepes y demás familia. Pero en Castilla-La Mancha ya existe. O entras por el aro o no recibes publicidad institucional. O quitas a fulano o a mengano, quitas sus publicaciones o cambias tu línea editorial, o te verás abocado al cierre, bueno, dulcificar la crítica con mucha lisonja alrededor.
Para eso no ha hecho falta una ley de prensa o un proceso de lawfare, sólo hace falta una red clientelar y generar desconfianza sobre la sostenibilidad de tu negocio.
En unos meses, cuando cambie el gobierno de la mano de Feijóo no se escandalicen si ven nuevamente arder las calles bajo grandes soflamas de medios de comunicación que hoy callan como puertas, tanto a nivel nacional como regional. Hasta entonces, ya se encargarán las redes sociales, los bots y los paniaguados con comentarios sectarios de hacernos reír.