El eterno retorno del molino 'Pingazorras'

J.Moreno
-

La Diputación saca a licitación la rehabilitación del único molino de la parte toledana del Gigüela, cuya recuperación se ha topado con una consecución de infortunios

El eterno retorno del molino ‘Pingazorras’

El molino hidráulico 'Pingazorras' parece gafado. Incluso el alcalde de La Puebla de Almoradiel, Alberto Tostado, se muestra pesimista. «Me cuesta creer que alguien se quede con la obra. Está predestinado a la extinción», comenta a este diario. Se refiere a la licitación de la rehabilitación del inmueble por un precio de licitación de 35.103 euros, publicada el día 9 por la Diputación Provincial.

El contrato menciona la segunda fase de las obras, pero en verdad será la primera. La empresa adjudicataria del inicio renunció tras el temporal 'Filomena', a principios de 2021, que empeoró la conservación de un molino ya de por sí castigado. Durante estos tres años, ha traqueteado la licitación actual sin ninguna intervención extra en el único de los 14 molinos que existieron a la orilla del Gigüela en este municipio de La Mancha toledana.

Los 35.103 euros proceden de los Planes Provinciales de 2020. Hubo que rehacer el proyecto de la primera licitación tras la renuncia de la empresa. El destino de esa cantidad se centrará en las destartaladas cubiertas del molino, superviviente desde el siglo XVII y reconstruido en en 1728.

Un incendio en 2017 arruinó buena parte de la estructura. Para protegerlo, el Ayuntamiento y la Junta consultaron la posible declaración de Bien de Interés Cultural, pero fue rechazada porque se perdió la maquinaria original.

La intención última busca que el molino sea visitable como constanción de la presencia pretérita de estos artilugios en la orilla toledana del río Gigüela.

grabados. Las desgracias del molino 'Pingazorras', el incendio y los posteriores temporales de 2018 y 2019, dejaron al descubierto sobre las paredes del interior uno de los conjuntos de grafiti murarios más importantes de La Mancha, tanto por extensión como por variedad temática y tipológica.

El grupo de investigación Arqueología y Patrimonio de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) descubrió diferentes motivos, entre los que destaca la presencia de varias cruces de brazos curvilíneos, muy populares en todas las regiones del norte de España, especialmente en el País Vasco donde son conocidas como lauburu, pero muy poco comunes en el resto de España. A estos motivos se suman otros como cruces de calvario bajo templete, rosetas hexapétalas, flores de la vida, figuras humanas -grabadas y pintadas-, una representación esquemática de un molino de viento, numerales, fechas y representaciones animales.