La Basílica vuelve a lucir su cerámica casi seis años después

C. S. Jara
-

La restauración de la azulejería del siglo XVI ha concluido en la fecha prevista y se muestra ya en la entrada principal del templo. Se prevé su inauguración a finales de esta misma semana

La Basílica vuelve a lucir su cerámica casi seis años después

Casi seis años después de que se cubriera para evitar su deterioro, la azulejería del pórtico de la Basílica del Prado vuelve a estar visible. Lo hace además con un brillo renovado, tras la minuciosa restauración a la que se ha sometido desde el mes de julio y que ha obligado a retirar uno a uno los azulejos. La cerámica ha regresado en uno de los momentos más especiales del año para el templo de la patrona de Talavera, ya que con motivo de la Navidad recibe a un gran número de fieles y visitantes. Con la restauración, la cerámica muestra el brillo y la viveza de los colores que tuvo originalmente y que había perdido con el tiempo.

El concejal de Cultura, Enrique Etayo, destacaba ayer en declaraciones a La Tribuna que los trabajos han discurrido dentro de lo previsto y han cumplido también los plazos fijados, cuando se adjudicaron el pasado mes de abril a la empresa In Situ Conservación y Restauración, una de las principales en su ámbito y con un amplio historial de intervenciones en el ámbito de la recuperación patrimonial. «Es probablemente la mejor empresa de este ámbito y eso ha sido una suerte», incidía Etayo. 

La intervención se ha desarrollado según los planes diseñados en el proyecto de restauración por el jefe del área de la Diputación Provincial, Enrique Toledo, con ligeros cambios. Entre ellos, que los azulejos se han adherido a la fachada con mortero de cal, el método original, sin fijarla en paneles como se había previsto en un principio. 

Más allá de la restauración, la cerámica se mantiene como estaba dispuesta originalmente, incluidos algunos errores en la colocación de azulejos puntuales, cuya disposición se mantiene tal y como se fijó en su día. «Parte del encanto y del valor de las cosas antiguas es también esos errores», añade Etayo. 

Los 1.700 azulejos, dispuestos a ambos lados de la puerta,  se realizaron entre 1569 y 1571 y forman parte del conjunto de paneles de la desaparecida ermita del antiguo hospital de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio. Durante cinco años la azulejería ha permanecido cubierta con placas de madera sobre los que se colocó un vinilo que reproducía la cerámica.

A pesar de que el proyecto y la dotación presupuestaria estaban aprobados desde 2018, el retraso en la licitación ha demorado la restauración, que no comenzó hasta julio pasado, cuando la extracción de los azulejos dejó una insólita imagen de la fachada desnuda de su característica cerámica. 

La exalcaldesa Tita García Élez ha reivindicado como propia la obra y se ha felicitado por la recuperación del esplendor de esta cerámica.