La primera novela de Marta Romero «bebe de la experiencia» de su entorno. Me quiero libre es la opera prima de la madrileña, residente en el Casco Histórico desde hace algunos años. Su debut en la ficción recrea una historia verosímil, un relato en el que se encuentran retazos de muchas vidas diferentes. La narración que propone la también profesora de Lengua Castellana y Literatura alude a la crianza, la maternidad, los miedos, las culpas o la invisibilidad de los problemas de salud, «toda una serie de realidades que no vemos porque las asumimos como normales» y que están presentes en la vida cotidiana de tantas mujeres.
«Muchas amigas me dicen que parece que habla de ellas, de sus vidas», cuenta la autora. Romero se refiere a la novela recién alumbrada como «un vehículo» para ahondar en unas cuestiones tan habituales como decisivas. La protagonista es Luz, una mujer que afronta una crisis sentimental sobre la que «reflexiona» y para la que aporta las respuestas necesarias.
Romero alude a la doble clave «femenina y feminista»que encierra su primer trabajo en prosa. El «recorrido vital» que traza la novela tiene tres partes diferenciadas. La primera se centra en las «idas y venidas» del personaje principal, «una protagonista muy concreta en una sociedad muy concreta», con saltos al pasado que permiten comprender el contexto en que se ha producido la ruptura de la pareja que desencadena la trama. Mucho de ensayo hay en la segunda parte, una porción del libro que recoge el análisis de la autora sobre las cuestiones abiertas en torno a la mujer. La tercera parte, «rápida y a pinceladas», culmina con un desenlace tal vez difícil de intuir en las primeras páginas.
«Me he sentido muy cómoda con un esquema previo que marcaba la estructura, lo básico de la historia», añade la creadora. «A partir de ahí, cada capitulo señala los hitos más importantes». Sin embargo, la primera revisión de la editora trastocó la estructura primigenia. Se trataba de hacer fuertes a aquellas «reflexiones que estaban salpicadas a lo largo de la obra y que eran muy potentes, pero que restaban en vez de complementarse». Fue esta parte más meditada la que terminó formado una unidad e integrando el nudo del texto
Romero remarca en su estreno literario la «importancia de las amistades, los círculos y las redes, y lo mucho que nos pueden aportar esos apoyos que están alrededor». También hay guiños a los cuidados, al uso de «pastillas para casi todo menos para empoderarnos», añade la escritora. «Necesitamos liberarnos, susurrar, contar nuestra versión de la historia», insiste la escritora. «Lo importante no es hablar por hablar, es hablar para reconocerse».
La Biblioteca de Castilla-La Mancha acogió la presentación de una novela publicada por la editorial Maluma, casa representada por la gerente Marga García. La también escritora Macarena Alonso desbrozó el perfil biográfico de Romero, incorporando su faceta personal y un periplo profesional que comenzó en el ámbito del Derecho y la cooperación internacional para desembocar en la docencia en institutos, un viaje al que se añaden el asociacionismo y la colaboración en algunos medios de comunicación locales. En las pasadas elecciones generales de julio, Romero concurrió como número uno de Sumar al Congreso de los Diputados por la provincia de Toledo. La autora inició la presentación de su libro recitando el poema Fortuna, de la uruguaya Ida Vitale.