Castilla-La Mancha es este 2024 Región Europea del Deporte. En La Tribuna queremos contribuir también con nuestro granito de arena a la conmemoración de este año y por eso hemos contactado con una treintena de castellanomanchegos vinculados con el deporte para que nos cuenten desde dentro cómo es su mundo y qué lecciones podemos sacar de su experiencia. A lo largo de este mes de junio podrán leer cada día los testimonios de deportistas de élite, de los que están empezando y de los que acaban de dejarlo, de quienes han sido olímpicos o paralímpicos y de quienes lo serán en solo unas semanas en París, de quienes son entrenadores, directores deportivos, guías o incluso seleccionadores.
«Me puse a trabajar muy joven y empecé a correr a los 28 porque me gustaba»
Literalmente cuando Gemma Arenas compite toca el cielo. De hecho, ha sido subcampeona del Mundial de lo que se conoce como 'Skyrunning' en 2018 y campeona de las series mundiales de 2016 y por selecciones en 2018. Hay que tener algo muy especial para ser de Almagro, en La Mancha, y convertirse en una de las mejores corredoras de montaña del país. «Para entrenar en desnivel me voy a Malagón o a Sierra Morena», explica, «siempre con el coche en marcha». ¿Que hay una competición en el País Vasco? Se coge los bártulos y se va allí el fin de semana.
En otras ocasiones, lo tiene más difícil. «Hay muchas veces que me invitan a carreras a Estados Unidos, China, Argentina y no puedo ir», admite, «lo primero porque tengo un trabajo». Además de compaginarlo con el trabajo, señala que no sería posible seguir adelante sin sus patrocinadores: Joma, Torytrans y Campo de Calatrava. «Con su ayuda es todo mucho más fácil para que pueda hacer lo que me gusta», confiesa.
Arenas explica que quizá quienes empiezan con veintipoco años pueden hacer esa apuesta por dedicarse cien por cien al deporte. En su caso descubrió la pasión por el deporte un poco tarde. «Yo me puse a trabajar muy joven», cuenta, «empecé a correr porque me gustaba y me empecé a apuntar a un circuito de carreras populares con 28 años». En el mundo de las carreras de montaña entró con 35 años. «En La Mancha no había ni carreras de montaña, ni de trail, ni de nada», comenta. Fue un flechazo que llegó cuando fue de público -y embarazada de su segunda hija- a los 101 kilómetros de Ronda. «Vi ese ambientazo y me dije que el año que viene la corría yo», cuenta.
Arenas destaca que «el esfuerzo, el sacrificio, la perseverancia son al final los valores que pones en práctica para poder llegar a lo más alto». También señala que es clave disfrutar con la práctica deportiva. «Es superimportante», confiesa, «si no, no podría hacerlo. Se sufre mucho, pero también lo disfruto». Espera seguir todavía varios años en la élite y cuando termine su etapa profesional, está segura de que seguirá practicando deporte, pero ya a otro nivel.
Cree que hace falta motivar la práctica del deporte entre los niños y hace especial hincapié con las niñas. «Hay que darles alas, que experimenten», señala, « potenciar ese deporte en los colegios y también en las casas con los padres, que algunos son más reacios a que las niñas los puedan practicar».