El plazo de adjudicación para los puestos de venta de fruta y verdura de los mercadillos que se celebran los martes, en Santa Teresa, y sábados, en el Polígono, permanecerá abierto hasta el 15 de diciembre. Los solicitantes deberán indicar qué quieren vender y en cuál de las plazas disponibles, aunque autónomos y empresas que deseen ofrecer productos frescos en ambos zocos podrán concurrir a los dos concursos.
La ordenanza recién aprobada por el Ayuntamiento de Toledo ofrece cinco puestos de venta de alimentos el martes y otros cuatro los sábados. Además, el Ayuntamiento convoca la licitación de los puestos de flores para las festividades de Todos los Santos, el Día de la Madre o San Valentín, también los espacios que dispensan castañas o los emplazamientos de las romerías. Asimismo, los particulares y empresas dedicadas al comercio ambulante podrán optar a los 19 puestos vacantes del mercadillo de los martes y a las 13 plazas sin cubrir en la cita de los sábados.
«La diferencia entre el calendario que se acaba de aprobar y el de otros años radica en que, por fin, se van a poder presentar solicitudes para la adjudicación de puestos de venta de productos alimenticios en los mercadillos del martes y del sábado», subraya Juan Marín, edil de Promoción Económica y Empleo
Las solicitudes se pueden presentar a través en la página web del Ayuntamiento o en el Registro Municipal, tanto de forma presencial como telemática. La adjudicación de los puestos se conocerá en un sorteo público que se celebrará el 19 de diciembre en el centro cívico de Buenavista, sito en la avenida de Portugal. Las iniciativas que resulten seleccionadas deberán abonar la tasa ordinaria por ocupación de vía pública antes de iniciar su actividad.
La medida responde a la demanda de venta de alimentos frescos, una idea compartida por comerciantes y clientes. La nueva ordenanza de venta ambulante actualiza una normativa obsoleta, de 1983, que prohibía la venta de productos frescos. La crisis derivada por las irregularidades en la distribución del aceite de colza, un problema que generó un grave crisis sanitaria en los primeros años de la década de los ochenta, impulsó una severa restricción.
El nuevo marco legal permite la venta de frutas y verduras en los dos mercadillos de la capital regional y abre la puerta a la la expedición de otros productos, tales embutidos o quesos y derivados envasados al vacío, siempre que no exijan condiciones especiales de refrigeración para no infringir las normativas sanitarias y de seguridad alimentaria. En ningún caso, se podrán despachar ni carne ni pescado fresco.