Decenas de judíos ultraortodoxos han vuelto a manifestarse este martes por segundo día consecutivo cerca de un centro de reclutamiento de las Fuerzas Armadas israelíes en la base de Tel Hashomer, en el centro del país, en un intento por evitar realizar el servicio militar obligatorio.
La tensión ha escalado en la zona a medida que una segunda manifestación --liderada por un grupo de mujeres-- tiene lugar al otro lado de la carretera para exigir el fin de la "discriminación" y pedir que los miembros de esta comunidad también tengan que sumarse al Ejército.
Las protestas llegan después de que las autoridades ordenaran el reclutamiento de 1.200 miembros de la comunidad haredí, que se opone a esta medida. Estaba previsto que al menos 900 de ellos se presentaran el lunes ante las oficinas de reclutamiento a pesar de que los líderes haredíes han prohibido a sus discípulos acudir. Muchos de los manifestantes han dicho preferir la cárcel al reclutamiento, una cuestión que lleva meses generando la polémica en el país.
Los judíos ultraortodoxos han empezado a recibir notificaciones de alistamiento después de que el Tribunal Supremo de Israel declarara ilegales las exenciones de las que disfrutaban previamente los miembros de esta comunidad.
Sin embargo, estas notificaciones solo se han aplicado a aquellos ultraortodoxos que se encuentran registrados como trabajadores y no como estudiantes de la yeshiva a tiempo completo.