José Manuel Díaz es un asiduo cuando que hay que donar sangre. Lo hace cada vez que cumple el rango de tiempo entre donaciones. Ayer acudía al maratón organizado por el Centro Regional de Transfusiones en su nueva sede en Toledo (antiguo Centro de Especialidades), junto a su hija y a su mujer. «Creo que es necesario, porque a todos nos puede venir bien algún día un aporte de sangre, y si podemos ayudar en eso, es algo que no cuesta nada», afirmaba mientras termina su extracción, para finalizar bromeando, «aunque te tienes que llevar bien con las agujas».

Como José Manuel, Juan Jiménez viene donando desde hace bastante tiempo, cada año lo que permite la norma, aunque no lleva la cuenta. No hace falta un evento especial para acercarse a donar vida. Quizás el que el esté tan cerca de su trabajo, el Cuartel de la Guardia Civil, puede ayudar, pero a él se le ve concienciado. No es el único compañero, apuntaba, varios agentes de la Benemérita tenían previsto acudir al maratón, allí se había difundido bien la campaña. «Es necesario, nunca sabemos cuándo nos va a hacer falta a nosotros, ¿por qué no dar sangre?», explicaba.

Maratón de Navidades. Como José Manuel y Juan, cientos de personas se pasaron a lo largo del día de ayer en el Maratón de Donaciones de Sangre que se desarrolló entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche en el Centro Regional de Transfusiones, dependiente del Sescam, en colaboración con la Hermandad de Donantes de Sangre. Todo el día fue un goteo continuo de aportaciones solidarias.

El maratón más valioso para la vida - Foto: David PérezEl objetivo, apuntaba la hematóloga del Centro Regional de Transfusiones, Ángela Benéitez, era superar las 270 del pasado año. En realidad, el Centro siempre trata de hacer un par de iniciativas de este tipo cada año «para animar más a la gente en fecha más señaladas, como es Navidad y vacaciones de verano».

Por segundo año, el Centro organiza el maratón navideño en su nueva sede en el Centro de Especialidades de la avenida de Barber. El objetivo ha vuelto a ser hacer un llamamiento en estas fechas, en las que la solidaridad está más en boga, y de paso ayudar a reponer sangre, dado que en los momentos festivos suelen descender las donaciones ordinarias.