La rave ilegal que comenzó en Nochevieja en las inmediaciones del aeropuerto de Ciudad Real ha llegado a su fin. Desde primera hora de la mañana del día de Reyes, numerosos participantes se han puesto en marcha para abandonar el lugar después de varios días de música, baile y acampada. Según han confirmado la Policía Nacional, ayer se inició la "operación salida" para facilitar la desconcentración de los asistentes y garantizar la seguridad vial y ciudadana en los alrededores.
En declaraciones a La Tribuna, dos de los asistentes aseguran que los participantes y organizadores pasaron buena parte de la madrugada del domingo al lunes desmontando los escenarios, equipos de luz y sonido, así como todos los tenderetes improvisados que se habían instalado. "No dejaban ni las colillas de los cigarrillos en el suelo", afirma una de ellos. Tanto es así, que han dejado la basura en bolsas de basura, las cuales afirma el otro asistente "están siendo cargadas en camiones".
Las mismas fuentes apuntan que el clima festivo no ha impedido que muchos de los participantes manifestaran su voluntad de causar el menor impacto ambiental posible. "El objetivo era pasarlo bien, no destrozar nada", insiste uno ciudadrealeño que ha pasado varios días allí. Aseguran que la lluvia "puede haber adelantado" la salida.
La Policía Nacional, por su parte, ha destacado que el desalojo está transcurriendo con normalidad y sin incidentes reseñables. A esta hora, las fuerzas de seguridad continúan desplegadas en puntos estratégicos para controlar la salida de vehículos y prevenir cualquier infracción que altere el orden público. Se pide calma a la población ante posibles retenciones en las carreteras de acceso a la provincia, ya que todavía se espera que parte de los participantes siga abandonando la zona a lo largo del día.