Es sin duda uno de los rostros de la gastronomía en el panorama nacional e internacional. Pepe Rodríguez, (Illescas 1968) recibió en su restaurante El Bohío una Estrella Michelín, y desde entonces su crecimiento profesional no ha encontrado límites. A eso, hay que sumar su reciente faceta como jurado de MasterChef, donde figura desde 2013 junto a Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera.
A pesar de haberse «especializado a decir que no, porque estoy desbordado de proyectos», el pasado viernes materializó la firma del convenio por el que se convierte en embajador de la Escuela Gastronómica de Toledo, que en las instalaciones de la antigua Escuela Superior de Gastronomía y Hostelería de Toledo, echará a andar con la docencia de tres Ciclos de Grado Medio y dos Ciclos de Grado Superior del CES Juan Pablo II. Además de ello, tal y como desvelan fuentes de la dirección del propio CES Juan Pablo II, «los alumnos complementarán sus estudios de Ciclo, tanto Medio como Superior, con un título propio extracurricular coordinado y supervisado por el propio Pepe Rodríguez», vertiendo así su idea de crear un programa formativo, canalizándolo con esta entidad docente asentada en Toledo desde hace casi una década, y que ha crecido ya un «835% en el número de alumnos», tal y como explicó su directora durante la presentación.
Se abre una nueva etapa en su carrera, con un frente nuevo como es la docencia, ¿qué puede supone?
Es verdad que ahora hay una gestión nueva en la Escuela Gastronómica de Toledo, y alguien 'con poco sentido común' (con ironía), pensó que yo podría aportar algo y ser imagen o embajador. Pero es cierto que pocas cosas me pueden hacer más ilusión, porque si hay algo que me gusta en esta vida es hablar de lo que hago todos los días. De ese oficio que me enamoró, que fue la cocina, y entonces poder transmitir lo poco que yo sé, pero sobre todo toda esa ilusión que me ha mantenido durante 30 o 35 años ya en la hostelería pues es muy bonito.
Saber que podré formar parte de tomar alguna pequeña decisión de por dónde podríamos dar las clases, de qué manera, y que podría yo aportar, en una escuela que he conocido tanto que he venido tantas veces, y ahora formar parte de ese comité para poder hacer mejor la escuela, y poder hacer todo lo que habíamos soñado.
Acaba de llegar y cómo ve las instalaciones de la Escuela.
No hay una escuela mejor dotada que esta de Toledo, y en España hay muy pocas o sea que tenemos una gran responsabilidad por delante de armar esa Escuela que todos habíamos soñado, que perduren en el tiempo, y de donar el conocimiento.
No hay cosa más bonita que transmitir no lo que nos gusta, lo que sabemos hacer, y crear generaciones nuevas, no para un futuro con una hostelería puesta al día, no, sino porque yo creo que ha habido un antes y un después de la pandemia. Lo estamos sufriendo todos los hosteleros lo que está ocurriendo y esta Escuela puede ser es impulso no para ver una nueva revolución, sino para dar lo mejor de sí mismo para los demás, así de sencillo.
No solamente hablamos de un oficio, luego se puede convertir un oficio, pero hay algo más profundo y trascendente en este oficio: que si lo vives y lo sabes llevar y transmitir te puede servir para toda la vida para vivir ilusionado por un proyecto.
¿Qué puede aportar Pepe Rodríguez a esta Escuela?
Pues todo aquello que se me requiera. Estaré con el teléfono 24 horas abierto para cualquier cosa que crean que yo puedo solucionar. Además formar parte de ese comité de título propio también creo que es muy bonito. Habrá un título se llame Pepe Rodríguez, y eso es algo que me supera me supera, incluso me parece un tanto excesivo.
Quizá no sea necesario, pero es verdad que me apetece, vengo con mucha ilusión porque creo que hace falta no solamente a Toledo, sino a las escuelas de España en general y ahora que estamos aquí en Toledo, mi tierra, pues poder hacer un espacio de cocina y , sala donde los chicos adquieran ese conocimiento que es necesario con esa hostelería del siglo XXI moderna puesta al día pues me hace mucha ilusión.
Además los dos alumnos más destacados de cada promoción harán prácticas en 'El Bohío'
Los acogeré con gusto, no sé si les portará mucho más, pero es verdad que no doy cosas por hechas, de verdad que siempre los alumnos de la Escuela o de cualquier escuela, son bien recibidos.
Pero tampoco quiero que parezca que las prácticas en El Bohío es el premio más grande del mundo, yo estaré feliz, pero si van a grandes restaurantes aunque sea fuera de Toledo o de cualquier otra parte de España, yo estaré feliz porque hay muchos otros sitios que también lo hacen muy bien.
Háblenos del título propio, cuál es su toque diferencial.
Ese título propio de Pepe Rodríguez va a contar con esos contenidos que vienen a complementar los currículos oficiales de los ciclos de Grado Medio y Superior. Vamos a intentarle darles un poco más de valor, y yo estaré ahí para aportar desde el capital humano que yo tengo, darle más valor a ese curso e involucrarme personalmente en todo lo que pueda pues para que esos alumnos salgan muy preparados.
A mí me gusta hablar desde la naturalidad y desde la sencillez, y saber que tenemos que empezar con humildad con sencillez; ser una escuela más, competir con el resto y hacerlo igual o mejor que todos los que están haciendo. No venimos a inventar nada que no haya inventado los cursos están ahí, pero queremos contar un con un gran capital humano para que esos cursos se hagan lo mejor posible.
¿Qué nos puede decir de la situación de la hostelería y del sector aquí en la provincia de Toledo?
Bueno pues maravillosa. Cuando a mí me dieron una Estrella Michelín hace 21 años, esto era un páramo. Había otro en Cuenca, en Las Pedroñeras y no había más. Castilla-La Mancha parecía una era, y ahora hay restaurantes con una o con dos Estrellas en casi en todas las provincias.
Sin ir más lejos en Toledo ya hay tres, o cuatro, o cinco Estrellas, pero ya no es solamente eso, es como hay mucha gente que ya cada vez lo está haciendo mejor.
Ahora mismo en Toledo se come muy bien, y sabemos que hay un margen de mejora extraordinario y que eso lo debemos enseñar desde la Escuela. Creo que Toledo y Castilla-La Mancha gozan de una salud gastronómica extraordinaria. No es descabellado decir que podemos competir ya con otras comunidades antes parecían muy por encima como País Vasco o Cataluña y que tenían el monopolio de las cosas del buen comer.
Hoy Toledo también puede ser un referente, y yo creo que siempre hablo con sencillez y soy autocrítico conmigo mismo, por lo que creo que tenemos mucho margen de mejora, pero la salud de la gastronomía es extraordinaria.
¿Qué les diría a los alumnos sobre el futuro que les puede esperar dentro del mundo de la hostelería?, o ¿cómo hay que enfocar ese futuro para llegar algún día a parecerse a Pepe Rodríguez?
Intentaré que ninguno se parezca a mí porque si no menudo futuro les espera (risas). No no, simplemente meterles en lo más hondo de sí que significa la gastronomía, qué significa la hostelería, y qué quiere decir el servicio a los demás.
Cuando estoy trabajando con mi gente, en mi cocina y mi sala, y hacemos ese briefing antes de que entre el cliente, les digo que sonrían, los clientes vienen a vernos, vienen esperando algo, y estamos aquí para darles lo mejor de nosotros mismos.
Eso es lo mismo que le tenemos que contar a los alumnos. Cada plato que sale de la cocina es como si fuera para mi madre es aquello de lo mejor que tú sabes hacer para dárselo a los demás. Tienen que poner toda la ilusión del mundo en disfrutar con lo que están haciendo.
Tenemos horarios flexibles, queremos sueldos puestos al día, no todo vale y con ello hay que ser consecuentes.
Además cuando hablamos de sostenibilidad verdad eh lo primero que tenemos que hacer es ser sostenibles con el ser humano si no somos sostenibles con nuestros trabajadores no podremos tener empresas con ese nombre entrecomillado de sostenibilidad.
Todo eso hay que enseñárselo al alumno, no hay una nueva hostelería, hay muchos restaurantes ya en España de alta gastronomía, que ya lo han entendido desde hace muchos años y tenemos que mejorar esa calidad de vida de nuestra gente para que sientan que están en un oficio muy identificado; y no solamente identificado porque un señor sale en televisión y es cocinero le conoce a todo el mundo. No quiero que digan que 'quiero ser como él pero no me interesa lo que hay dentro de los restaurantes', eso no es.
Menciona la televisión, una faceta que se suma a la de cocinero y ahora a la de formador o docente.
Los dos oficios que tengo han sido la cocina, o la hostelería en general, y la televisión. Ambas han sido las dos cosas más bonitas que he hecho en mi vida. He tenido suerte de hacer una cosa como la cocina y me encantó, y de casualidad entro en otro como la televisión, y me encantó y me sigue encantando. Pero eso es una suerte que quizá no todo el mundo tiene, y que yo he tenido.
Tampoco eso es la panacea, pero sí que creo que he encontrado mi sitio en el mundo, y eso es lo que pretendo que hagan los alumnos, y si puede ser a través de la cocina, de la gastronomía en general, pues que sean felices en el trabajo y que le hagan felices a los demás; esto lo importante.
Luego el reconocimiento es casi secundario, a mí no me pagan en la televisión por salir la tele, me pagan por trabajar; y en el restaurante cuando cobro, cobro porque estoy muchas horas y trabajo y esto es lo que hay que entender. Luego se puede venir con reconocimientos del tipo que sea, o no, pero no trabajamos para que nos reconozcan, trabajamos para acostarnos todas las noches y decir jolín he dado lo mejor de mí y creo que el cliente lo ha entendido se ha ido satisfecho: misión cumplida.
Estamos mirando al futuro, y los futuros cocineros se van a formar aquí. ¿Hacia donde camina a la cocina del futuro?
Bueno yo creo que cada vez hay una cocina más consecuente con el entorno, con pequeños productores o con reconocimiento de productores por dar valor a lo que tenemos alrededor. Esto tiene mucho de marketing y podríamos estar hablando largo y tendido, porque estamos en un mundo muy globalizado.
A mí me gustaría que la cocina fuese por respetar mucho el entorno, y respetar mucho las tradiciones del entorno. Yo lo que intento hacer es una cocina muy castellano manchega, intento no utilizar cosas de fuera. Todo lo que puedo, y soy un hombre que viaja mucho, pero por eso cada vez quiero ser más castellano manchego en mi en mi cocina.
Eso me gustaría transmitírselo a los jóvenes cocineros pero que vean también que está ocurriendo en el mundo para que si tienen que hacer un mestizaje de la cocina siempre fue mestiza eh lo hagan desde el conocimiento y desde el saber por qué y de qué y a dónde quieren ir pero sobre todo que tomen una identidad propia que conozcan todo lo que está ocurriendo para ellos posicionarse en qué sitio quieren posicionarse de la cocina hacia dónde va es que cada restaurante tiene una manera de entender la cocina importante es que tengan claro el objetivo dado quién va destinada para qué porque es muy amplio esto era para casi imposible.