Los niveles de ozono han aumentado de manera puntual en las estaciones industriales de Aceca, Añover, Villaluenga de la Sagra y Villamejor, todas en la zona norte de Toledo. Así lo determina el informe La contaminación por ozono en España durante 2024', publicado por Ecologistas en Acción, que ve una posible relación de este aumento con las emisiones de óxidos de nitrógeno de la central térmica de ciclo combinado de Aceca en Villaseca de la Sagra y de la cementera de Asland en Villaluenga de la Sagra. Además, Aceca y Añover han superado en 33 y 44 días respectivamente el objetivo del octohorario, más laxo, marcado por la OMS. También Illescas, San Pablo de los Montes, Los Yébenes, Villaluenga de la Sagra y Villamejor en Toledo han rebasado los 18 días de superación al año aprobados por la Unión Europea como nuevo objetivo legal en 2030.
De esta forma, el norte de Toledo escapa a la tendencia generalizada de descenso en los niveles de ozono en Castilla-La Mancha, donde están siendo ligeramente más bajos que en 2023 y años anteriores a la pandemia de la Covid-19, «en buena medida por la menor duración de las altas temperaturas y radiación solar durante este verano». Así se han reducido las superaciones de la recomendación de la OMS en apenas un tres por ciento respecto al promedio del periodo 2012-2019, el conjunto de las registradas en 2024 está entre las intermedias desde el año 2012.
Pero Ecologistas en Acción también contempla en su informe que «durante 2024, el ozono troposférico ha afectado a todo el territorio castellano-manchego, con casi todas las estaciones de medición registrando numerosas superaciones del valor octohorario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)».
La contaminación del aire por ozono troposférico es un asunto grave, recoge el informe, que según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) causa cada año entre 2.500 y 10.000 muertes en España, más que los accidentes de tráfico. El coste sanitario derivado de la contaminación por ozono troposférico representó en torno a 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 por ciento del PIB.
Veinte muertes más. Según el Instituto de Salud Global de Barcelona, recoge el informe de Ecologistas, la contaminación atmosférica ocasionó en Castilla-La Mancha un total de 484 muertes atribuibles al ozono entre los años 2015 y 2017, por exposición a niveles en conjunto superiores a los registrados en 2024. Durante este verano, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Castilla-La Mancha 201 muertes atribuibles a las elevadas temperaturas, por debajo de las estimadas en años anteriores, situación agravada por la exposición al ozono durante las olas de calor.
En el conjunto de la región, la mejora de la situación ha sido en especial significativa en las Campiñas y Sierras de Guadalajara y Cuenca, con un descenso del número de días con mala calidad del aire del 62 por ciento, sobre la media de 2012-2019. Por el contrario, en la Comarca de Puertollano el número de días con mala calidad del aire se ha incrementado en un 33 por ciento, probablemente en relación con las emisiones de compuestos orgánicos volátiles del polo químico. Más puntual ha sido este aumento en el norte de la capital. Pero dos de cada tres estaciones que miden este contaminante han registrado superaciones de la guía OMS en más de 75 días y solo en 2024 la mayoría de las estaciones castellano-manchegas habrían sobrepasado todas las superaciones admisibles durante tres años». La de Argamasilla ha registrado mala calidad del aire por ozono en uno de cada dos días, hasta el 30 de septiembre, la cuarta peor situación del Estado durante 2024.
Por lo tanto, el cuadro general que Ecologistas en Acción presenta Castilla-La Mancha es el de dos zonas con una elevada contaminación: una situada al norte, caracterizada por contener una gran actividad industrial y un elevado número de kilómetros de carreteras y autovías con una gran intensidad de tráfico (y en cuyo interior existen importantes núcleos de población como Guadalajara, Toledo, Azuqueca de Henares y Talavera de la Reina), y otra al sur delimitada por el área industrial de la Comarca de Puertollano.
La contaminación emitida desde ambas zonas y desde la vecina Comunidad de Madrid se extiende por el resto del territorio en la forma de ozono troposférico, afectando a lugares alejados de estos focos de emisión, como las zonas rurales y del interior de Castilla-La Mancha, especialmente a sotavento de los grandes focos emisores de los contaminantes precursores del ozono. Como consecuencia, toda la población castellano-manchega ha vuelto a respirar en 2024 un aire perjudicial para la salud en relación al ozono, según las recomendaciones de la OMS. Las tres zonas donde en el trienio 2022-2024 se ha incumplido el vigente objetivo legal en al menos una estación (aglomeración de Guadalajara, norte de Toledo y Comarca de Puertollano) suman 862.000 habitantes, el 41 por ciento de la población de la Comunidad.
Ecologistas en Acción crítica finalmente que «hasta la fecha, la Junta de Castilla-La Mancha no ha aprobado ningún plan de mejora de la calidad del aire referido a las superaciones en la última década de los valores objetivo de ozono paçra la protección de la salud y de la vegetación en todas las zonas de la comunidad, persistiendo en el incumplimiento de la legislación ambiental en esta materia». Ecologistas en Acción ha solicitado formalmente al Gobierno regional en cuatro ocasiones la adopción de estos planes en las zonas afectadas, sin recibir respuesta.