La ciudad de Talavera cuenta con la primera casa pasiva o Passivhaus Plus de la provincia de Toledo y una de las primeras de Castilla-La Mancha. Es la Casa Ipema, propiedad de Juan Alberto y Raquel, que hoy han recibido la certificación que acredita que la suya es una vivienda con los estándares Passiv, un consumo casi nulo y una calidad interior de vida «absolutamente excepcional». En la categoría Plus, además de tener un consumo muy bajo, la vivienda es capaz de generar la propia energía que consume.

Este tipo de edificaciones son el futuro pero cada vez son más el presente. Se trata de un tipo de vivienda construida para mantener las condiciones atmosféricas ideales en su interior logrando un ahorro energético que oscila entre el 70 por ciento y el 90 por ciento respecto a una vivienda convencional. En este caso, los dueños aseguran que las facturas son cero euros.

Entre sus características, debe contar con los seis parámetros establecidos en el estándar Passivhaus, entre ellos un alto nivel de aislamiento, ventilación mecánica con recuperación de calor de alta eficiencia, los cerramientos de altas prestaciones, y un grado de hermeticidad muy elevado. Además, explicó el propietario, las orientaciones y las ganancias solares van a hacer que la vivienda se calefacte con la radiación natural, que en verano se debe proteger con sombra que del calor excesivo.

Casa Ipema Talavera, primera Passivhaus Plus en la provincia - Foto: L.G.C.Tras comprobar «concienzudamente» que la vivienda cumple estas medidas, con un «exhaustivo» control de calidad «para asegurarnos que realmente el edificio va a funcionar como se ha diseñado», Anne Vogt entregó la placa acreditativa que ya luce en la fachada de la vivienda, en la calle Alfareros.

En la entrega, además de los propietarios, el arquitecto de la vivienda, Antonio Garrido, de Qubo, el arquitecto técnico Fernando Sanguino, y el constructor Alberto Sánchez, de Ipema, que comparte nombre con la casa. Esta empresa, que construye vivienda industrializada de madera, ha realizado una «construcción quirúrgica», por la minuciosidad empleada en este tipo de viviendas «para que no haya ninguna entrada de aire y los puentes térmicos estén muy controlados», explica.