¿Qué le parece cuándo el alcalde dice que está muy decepcionado con la oposición?

José Julián estaba en política cuando yo estaba todavía en el colegio, no es nuevo, él sabe que la oposición tiene que hacer una labor de fiscalización. Otra cosa es que cuando ellos están en la oposición no lo hagan, allá ellos, pero nosotros estamos haciendo una oposición responsable, nos ocupa y nos preocupa la ciudad y llevamos iniciativas cuando vemos que el gobierno no las pone encima de la mesa. Lo siento mucho, no estoy aquí para agradar al alcalde, estamos para dar respuesta a la ciudadanía.  Es de primero de política, que la oposición no le guste al alcalde. 

Suspende al alcalde en primero de política.

No es que le suspenda, pero sí me llama la atención que cometa estos errores. Es que no es nuevo en política y no es nuevo en el Ayuntamiento. Me sorprende que a veces diga cosas o haga cosas que son como de un concejal principiante que acaba de llegar al mundo político y me sorprende que vaya siempre con victimismo. El victimismo no puede servir para tapar las carencias de un alcalde o una alcaldesa, no puede ser. Tienes que venir llorado de casa y no puedes trasladar con excusas o dando pena, que es muy difícil gobernar, cuando los problemas son otros. 

En algunas cosas el PP se ha distanciado de Vox, ¿va a seguir por ahí?

No se ha atrevido a distanciarse todo lo que debe y mi pregunta es: ¿no se ha distanciado porque no quiere enfadar a Vox o porque realmente se está convirtiendo más en extrema y menos en derecha? Porque yo he tenido que vivir en el salón de plenos que se niegue que existe y violencia de género y ver cómo, en una iniciativa nuestra, de los dos grupos, el que cierra el debate como equipo de gobierno, el señor de Vox, nos diga que lo que acabamos de votar no sirve para nada porque no se va a poner en marcha. Y el alcalde tragárselo. Me llama la atención que no sea capaz de dar un golpe en la mesa con temas en los que el PP está por encima, desde el punto de responsabilidad. Estoy casi convencida de que incluso votantes suyos, del PP, no ven bien eso.  

¿Preocupan los 1.500 votos que ha tenido en Talavera Alvise?

Nos preocupa en el sentido de que al final esos votantes deciden irse a una fuerza política sin programa, que lo único que vende es que se acaba la fiesta para todos menos para él, porque para él empieza, y que además de no llevar propuestas, las únicas que lleva es para buscar un aforamiento para no tener algún problema con la justicia.  

¿Echa de menos alguien a la izquierda del PSOE?

Yo quiero aglutinar y cuanto más voto tenga, mejor y vamos a salir a las elecciones siguientes a coger todo, porque ya hemos visto lo que pasa. Partidos que se presentan a nuestra izquierda y que no son capaces de conseguir un concejal arrastran a que la derecha y la extrema derecha puedan pactar.  Queda mucho tiempo de aquí a las próximas elecciones, pero si hay una izquierda a nuestro lado que sea una izquierda fuerte y capaz de conseguir concejal.

Faltan tres años, ¿se ve como candidata?

¡Uy! Esa pregunta a día de hoy no me atrevo a contestarla, porque hay procesos internos en nuestro partido y no me atrevo a contestarla ni tan siquiera en lo personal. Sé donde estoy, me he quedado, cuando digo me he quedado es que tuve la oportunidad de elegir dónde quería estar: Senado, Congreso, Europa, gobierno regional…. 

Pues no ha tenido pocas oportunidades entonces.

Reconozco que he tenido muchas alternativas y muchas opciones y se lo agradezco a mis compañeros que ponían mi nombre encima de la mesa para poder optar a estos puestos. Fue una decisión totalmente mía, que no consulté con nadie, y decidí quedarme como concejala en la oposición en Talavera, compatibilizando con mi trabajo en la Diputación, donde justamente estoy por ser concejal, con una idea clara: a mí no me echó la ciudadanía, gané las elecciones como cabeza de lista y ganamos las elecciones como partido político. Nos echó la aritmética y la suma de dos partidos, PP y Vox. En ese momento me quedé convencida de que si me iba tenía la sensación de romper ese vínculo de apego, de relación con la ciudad. De aquí a tres años ¿qué pasará?, no lo sé. Solo sé que donde esté seguiré defendiendo a Talavera. 

Se ha quedado como presidenta del grupo, pero con una presencia muy discreta. No sé si por no desgastarse mucho o por no atarse.

Por no desgastarme no es, porque estoy a tope. El trabajo que se está haciendo en Diputación es muy de negociación, sin ruido político, en silencio, de despacho. Eso no quiere decir que sea fácil, pero sí reconozco la voluntad de diálogo y de negociación del equipo de Gobierno en la Diputación. El objetivo es conseguir más fondos para nuestros municipios y así lo estamos haciendo, incluso para este, para Talavera, que una de las iniciativas que hemos llevado y que yo misma como portavoz he defendido ha conseguido para la ciudad 523.000 euros para el Plan de Residuos. En cuanto a presencia, la tengo y mucha, vivo en la ciudad, salgo en la ciudad, compro en la ciudad, voy a la peluquería en la ciudad. Hago la vida de una ciudadana más de Talavera. Es verdad que con muchas reuniones internas, con asociaciones que nos llaman, pero la presencia institucional creo que la ejercen muy bien mis compañeros en el grupo, tanto el portavoz como el resto de concejales. Asisto a lo que puedo y la agenda de Diputación me permite y estoy contenta. En el sentido de que cada vez que voy a algo me encuentro que vuelvo a casa, con los brazos abiertos de las asociaciones, no puedo decir lo mismo del gobierno, que si puede obviar invitarnos lo hacen. Pero se encuentran que ellos tienen el gobierno, pero nosotros tenemos el cariño de la gente. 

Un año después de su salida de la Alcaldía, ¿se han cerrado las heridas?

Sí, sí, ha sido un año también de recomponernos en la parte personal. No es que no nos lo esperábamos, la sorpresa fue para todos e incluso para nosotros, pero en la parte personal te cuestionas mucho. Dedicas mucho tiempo, por supuesto, no lo digo como lamento, es una decisión personal. Cuando decides presentarte a unas elecciones como cabeza de lista, también como concejal, sabes que dejas tu parte personal en un segundo plano, que no tienes reloj puesto y que las horas que eches siempre van a ser pocas. Por lo tanto, en la parte personal te toca todavía recomponerte, pero al final nos mueve, nos gusta, nos tira la política, que era mi hobby desde pequeña. Igual que otros aprenden violín o juegan al tenis, yo dedicaba mi tiempo a formarme y ver como la política puede cambiar la vida de la gente. Justamente eso es lo que hace que en esa recomposición digas: tenemos que seguir estando, la ciudadanía necesita que sigamos, que volvamos a gobernar para que a través de nuestra políticas mejore la vida de la gente.