¿Cuáles serán sus tres primeras medidas si llega a la Alcaldía?
La primera será una auditoría del Ayuntamiento para que se tenga en cuenta qué pasa con los patronatos, saber dónde está la debilidad económica y en qué se gasta el dinero de los toledanos.
También pondría una pancarta en la balconada de la fachada con un mensaje de apoyo muy claro: Toledo con nuestro río Tajo.
Nunca se ha hecho por miedo, pero sería una declaración de intenciones porque estamos dispuestos a llegar a todos los sitios y administraciones.
Por último, conocer de primera mano el estado de Hospitalito del Rey, porque su apertura se está alargando. Volvería a abrir el debate de por qué no puede usarse como una residencia de mayores y negociaría con la Diputación, si no es posible, para habilitarla en el edificio de San Juan de Dios.
¿Cómo describiría Toledo en un futuro?
Me gustaría ver la ciudad verde. Que cada nueva actuación incorpore este concepto, ya sea un parque o una infraestructura deportiva. Nos va la vida en ello y el toledano lo pide a gritos.
¿Qué destacaría si tuviera que promocionar la ciudad?
Nuestro patrimonio y cultura, que se está dejando de lado. Tenemos en Toledo nuestro particular 'Puy du Fou', pero los edificios no son de cartón piedra.
Tenemos que echar la vista atrás, al Año Greco, por ejemplo, y adaptar la oferta cultura, que sea de otra manera. También hay mucho patrimonio por explorar, como el Circo Romano y Vega Baja.
¿Su formación está abierta a posibles pactos para gobernar en el Ayuntamiento?
Siempre y cuando se ponga primero a Toledo. No hemos venido a por sillones ni a pedir concejales.
Primero habría que ver el reparto de concejales y vamos a fiscalizar todo lo que nos den los ciudadanos, poniendo primero Toledo.
¿Qué significa la política para usted?
Un servicio público. Para mí es velar por el bien común de nuestros paisanos. Me gusta y entiendo la política solo a escala local. A otro tipo de escala me da pereza.