Finalizada hace apenas un mes la Presidencia belga del Consejo de la UE, la plataforma europea Plantas para el Futuro, cuya vicepresidencia ostenta ASAJA, ha evaluado con gran pesar el progreso, o la falta del mismo, de la propuesta legislativa para las plantas obtenidas mediante Nuevas Técnicas Genéticas (NTG). Lamentan que ya han pasado once años desde que se demostró por primera vez el uso de la edición genética en plantas y seis años desde que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas emitió su veredicto equiparando la mutagénesis dirigida (un resultado de las NTG) a los transgénicos.
Plantas para el Futuro pide al Consejo que se centre en el fondo de la cuestión, que es que las plantas obtenidas con Nuevas Técnicas Genéticas de categoría 1 son idénticas a las plantas cultivadas convencionalmente y, por lo tanto, deben ser reguladas de la misma manera. «Pedimos que se demuestre que la UE está dispuesta a crear un entorno favorable a la innovación que aproveche su propia excelencia científica y sus descubrimientos tecnológicos en beneficio de las partes interesadas del sector agroalimentario, los ciudadanos y el medio ambiente», afirma Amrit Nanda, directora ejecutiva de Plantas para el Futuro.
En cualquier caso, la plataforma seguirá promoviendo en Bruselas un marco normativo propicio para las innovaciones en mejora vegetal. En la UE hay un alto nivel de excelencia científica, pero no es suficiente para beneficiar a la sociedad debido a que el marco normativo constituye un obstáculo a la inversión y al flujo de innovación desde la investigación básica hasta los mercados.
A finales de 2019 se pidió a la Comisión de la UE que evaluara si la Directiva sobre OGM (pensada para transgénicos) era adecuada para regular las NTG y, en caso negativo, se le solicitaba que presentara una nueva propuesta legislativa. Lo que siguió fue un amplio estudio en el que participaron las partes interesadas. El veredicto, publicado en 2021, fue claro: «La actual legislación sobre OGM de 2001 no es adecuada para algunos organismos obtenidos mediante Nuevas Técnicas Genéticas y sus productos y necesita adaptarse al progreso científico y tecnológico»; además añadía que «los productos NTG tienen potencial para contribuir a sistemas alimentarios sostenibles». La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) llegó a la conclusión de que las plantas NTG similares a las convencionales (categoría 1) no plantean nuevos peligros en comparación con las plantas cultivadas convencionalmente.
Propuesta
La Comisión Europea publicó el verano pasado una propuesta legislativa equilibrada que sugiere dos categorías para las plantas obtenidas mediante NTG en función de la naturaleza de los cambios inducidos. En esta propuesta, las plantas NTG de categoría 1, que son indistinguibles de sus homólogas convencionales, solo se someterían a un procedimiento de verificación y a partir de entonces se regularían casi como convencionales. Las principales diferencias, en comparación con las plantas convencionales, serían que las semillas de plantas NTG de categoría 1 tendrían que ir convenientemente etiquetadas y las variedades correspondientes tendrían que figurar en una base de datos pública. Además, las plantas NTG de categoría 1 no podrían ser utilizadas por el sector ecológico.
Desde la publicación de la propuesta legislativa relativa a las plantas obtenidas mediante NTG la Presidencia española, y posteriormente belga, han trabajado incansablemente para intentar alcanzar un enfoque común en el Consejo de la UE. Sin embargo, el Consejo está estancado. Ahora que la Presidencia belga ha finalizado, depende de Hungría, que irá seguida de Polonia. Teniendo en cuenta las posiciones políticas de ambos países, es probable que intenten introducir requisitos desproporcionados en el texto o que lo dejen de lado y se centren en otros temas prioritarios, lamentan desde la plataforma.
Sea como fuere, lo más probable es que sea Dinamarca quien recoja los pedazos y trabaje para conseguir una mayoría cualificada durante su Presidencia en el segundo semestre de 2025. Aunque algunas voces podrían alegrarse de este retraso, argumentando que la UE ha ido demasiado rápido con las NTG, Plantas para el Futuro recuerda que ya han pasado once años desde la primera aplicación de estas técnicas en las plantas. Los principales socios comerciales de Bruselas ya han establecido marcos legislativos que permiten la comercialización de este tipo de cultivos y muchas variedades ya están en el mercado de la UE llegadas a través de importaciones.
Mientras tanto, los agricultores comunitarios ven cómo se les escapa una oportunidad muy importante y están cada vez más preocupados por la pérdida de competitividad que eso implica ya en el presente e implicará en el futuro. La comunidad investigadora también se ha visto profundamente afectada, ya que muchos Estados miembros siguen sin permitir los ensayos de campo de plantas NGT debido a que actualmente siguen reguladas como OMG.
Qué es Plantas para el Futuro
Se trata de una plataforma tecnológica europea que cuenta entre sus miembros con relevantes industrias como BASF, Corteva Agriscience, Bayer o Syngenta, además de con representantes del mundo agrario como el COPA-COGECA o diversos centros de fomación e investigación. Plantas para el Futuro trata de considerar los retos y oportunidades de las cadenas de valor agrícolas de una manera holística, al tiempo que desarrolla estrategias para los años venideros. El objetivo es proporciona orientación, recomendaciones de investigación e innovación esenciales y asesoramiento con base científica a los responsables políticos, a los proveedores de fondos para la investigación y a los profesionales del campo.