El Ministerio de Cultura y Deporte ha iniciado el expediente de declaración de 'Los toques tradicionales de guitarra en el marco de las fiestas participativas' como manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial, según publicó el pasado día 30 de mayo en el Boletín Oficial del Estado. La justificación menciona expresamente los pueblos de La Estrella, Mohedas de la Jara, Sotillo de las Palomas y también la comarca de La Campana de Oropesa.
«El sur de Ávila (la zona de Candeleda y la extremeña comarca de La Vera) y el norte de la provincia de Toledo es uno de los focos tradicionales. Está viva la tradición y hay mucha actividad todo el año», expresó a este diario el impulsor de la propuesta, el etnomusicólogo albaceteño Julio Guillén.
La Asociación Cultural Folclórica 'Poyo Largo' de La Estrella se siente partícipe de la conservación de esta forma tradicional de tocar la guitarra. «Me siento orgulloso», comenta Paco Ramos, intérprete del laúd y la guitarra en el único grupo conservado en la comarca de La Jara. La formación, actualmente con 150 socios, nació hace unos 30 años y desde entonces desempeña la labor de recuperación de las piezas antiguas, como cantares y romances.
«El interés en declarar 'Los toques tradicionales de guitarra en el marco de las fiestas participativas' como manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial viene justificado, además de por su valor musical intrínseco, a la existencia de una forma de entender la fiesta con la guitarra como elemento sustentador y por participar del mantenimiento de repertorios autóctonos que son característicos de determinadas poblaciones o comarcas y que encierran valores desde el punto de vista identitario, ya que simbolizan la pertenencia a una comunidad y el reclamo de una cultura propia. Se trata de una manifestación ligada a las culturas rurales y a sus modos de expresión de tipo comunitario y cuya presencia se encuentra aún viva en múltiples regiones del territorio español», subraya la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes.
Los toques tradicionales de guitarra se enfrentan a múltiples riesgos y amenazas, como los procesos de apropiación cultural por parte de otros colectivos, el desconocimiento de su existencia y su consecuente falta de reconocimiento, la escasez de estudios académicos especializados y los problemas específicos de la comunidad portadora: el exiguo número de personas con conocimientos avanzados en la práctica tradicional del instrumento, su avanzada edad y consecuente falta de relevo generacional», apostilla.
«El toque tradicional de guitarra crea una emoción y una expectación», describe Pablo Garro, colaborador de Julio Guillén.