Novés visto por Francisco Villalengua en 1793 (y II)

José García Cano
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En la crónica de Francisco Villalengua que venimos citando, se citan algunas de las apariciones de esta imagen

Novés visto por Francisco Villalengua en 1793 (y II)

Adelantábamos la pasada semana que en Novés se daba culto en 1793 a la virgen de la Monjía, si bien hemos dejado para esta semana la historia detallada de esta imagen a la que se suele incluir junto a la virgen de Melque y a la de Ronda en la llamada 'trilogía templaria' de vírgenes negras, evocando una antigua teoría que plantea la relación de los caballeros templarios con vírgenes negras. Lo cierto es que los primeros datos que encontramos sobre la aparición de la virgen de la Monjía proceden de finales del siglo XII; por aquel entonces se crea la encomienda de Montalbán, territorio donde se daba culto ya a esta virgen. En la crónica de Francisco Villalengua que venimos citando, se citan algunas de las apariciones de esta imagen. Se indica que la imagen original era la misma que trajo San Pedro a estas tierras, la cual fue ocultada durante muchísimos años hasta que en cierto enfrentamiento que iba a tener lugar entre dos vecinos de Novés y de Fuensalida (precisamente en el mismo sitio donde se encontraba escondida la virgen) se produjo un milagro, sonó un gran estruendo y tras él, el terreno que pisaban quedó abierto, comprobando entonces que desde la tierra salía una luz que «les privó el sentido». Ante aquel suceso los hombres cayeron al suelo y comprobaron después que en la abertura del suelo había una imagen que «exhalaba resplandores celestiales, y abrazándose leales solo el corazón hablaba…» Según la crónica después el párroco convocó al ayuntamiento de Novés el cual con una gran cantidad de vecinos fueron en procesión para ver a la virgen. Aunque la intención era trasladar a la virgen al pueblo, no pudieron debido a una «fuerza sobrehumana» que les impidió moverla; se entendió que lo que tenían que hacer los vecinos era levantar una ermita en aquel lugar, algo que se realizó con toda solemnidad. Este templo posteriormente sería ocupado por los monjes templarios, lo que explicaría el origen del nombre Mongía o Monjía. Luego serían los frailes bernardos quien ocuparon el lugar.

Hay constancia de otra aparición posterior ya en el año 1400, en época de siega, cuando una doncella encontrándose junto a una fuente, situada en el lugar donde estuvo el antiguo monasterio templario, tuvo la visión de la citada virgen la cual la consoló y ayudó, tocándole además la frente; yendo a aquel lugar los vecinos que por allí se encontraban, vieron por sí mismos las luces y resplandores producidos por aquel milagro. Este sería el origen del nombre de la Fuensanta que se añadió al de la virgen de la Mongía. Este sería el origen de la famosa romería que cada año realizan en mayo en Novés, así como del novenario, en el cual acuden los devotos cada nueve días seguidos caminando para ver a la virgen, la cual permanecerá en su ermita hasta el día de San Miguel (29 de septiembre), momento en el que es devuelta a la iglesia parroquial de San Pedro. Precisamente ese mismo día son las ferias de Novés. 


Volviendo al tema de las vírgenes negras, es cierto que mucho se ha especulado del porqué en determinados lugares en los que ha habido encomiendas templarias, se han ido encontrando -aún en el presente- determinadas advocaciones marianas de color oscuro; por ejemplo, en Ponferrada (León), Nuestra Señora del Temple de Ceinos (Valladolid), Faro (Orense) o en Toro (Zamora). En Toledo capital también encontramos a alguna virgen negra, como la situada en una hornacina en la esquina sureste de la catedral primada de la que apenas hay datos históricos o la virgen que se custodia en la parroquia de Santo Tomé, si bien estos dos casos no podemos relacionarlos directamente con los caballeros templarios de la encomienda toledana. 

Novés visto por Francisco Villalengua en 1793 (y II)
Novés visto por Francisco Villalengua en 1793 (y II)


Lo interesante es que Novés, no está exenta de tradición, historia y leyendas. Empezando por el propio nombre de la localidad y continuando con la larga tradición cristiana de la localidad, nos encontramos con un lugar especial de nuestra provincia que recomendamos visitar a todos a aquellos que no conozcan el lugar. Sin duda les encantará el lugar y sentirán quizá, la energía y la magia que según dicen algunas personas, sigue presente en aquellas tierras repletas de sucesos increíbles y de personajes legendarios.