La reina Isabel la Católica, la «mujer más importante de la historia de España», protagonizó la conferencia que el escritor Luis Zueco ofreció en el claustro de San Juan de los Reyes. La figura de la soberana, una «figura a la que todavía no se le hace justicia ni de la que se ha extraído todo su potencial», elevó al recién unificado estado al liderazgo mundial. Su matrimonio con Fernando, titular de la corona de Aragón, selló de forma definitiva el vínculo entre ambos territorios.
Los Reyes Católicos completaron la Reconquista, reforzaron el dominio aragonés sobre el Mediterráneo y emprendieron, bajo el padrinazgo castellano, la aventura del Nuevo Mundo. «Lo bueno de los Reyes Católicos es que se complementan, se refuerzan», explicó Zueco. Se trata, según recordó el autor, de «un caso insólito» en la historia por el que «se nombra a los reyes en plural». La fortuna sonrió a España en un momento decisivo de la historia. «Nos permitió pasar de tener una serie de reinos con mayor o menor importancia a ser la primera potencia».
El difícil recorrido de Isabel para alcanzar el trono impregna una biografía cuya cronología recorrió Zueco. «Era muy complicado que hubiera llegado a ser reina». Se solapaban condiciones a priori adversas como su condición de mujer, el espíritu adverso del tiempo y el hecho de ser una infanta que ha perdido a su padre. «Lo normal es que la hubieran casado con un príncipe del reino más lejano de Castilla», contó Zueco. «El destino de Isabel era irse lejos de Castilla y no volver nunca», añadió. Sin embargo, se esposó con Fernando. «¿Se casa por amor? Eso no se sabe. Pero sé con quién quiere».
Zueco ensalza los 30 años del transformador reinado isabelino - Foto: David PérezAmérica se convirtió en el gran hito de la segunda parte del reinado isabelino, un periodo que Zueco novela en El mapa de un nuevo mundo, su última novela. «Hace esperar a Colón ocho años, hasta que Granada estuvo conquistada», subrayó. «Apuesta mucho por él, siempre lo defiende: Isabel tiene intuición, algo le hace saber captar la esencia de las personas». La ruta comercial «alternativa» que se pretendía abrir hacia China, a través de una ruta que esquivara tanto Asia como África, finalizó con el Descubrimiento.
Al mismo tiempo, ambos reyes consiguieron casar a sus cinco hijos con representantes de todos aquellos aliados que permitieran aislar a Francia. En apenas 30 años, la reina católica «que ha tomado un reino en guerra civil y con problemas económicos» es capaz de dejarlo en la cúspide mundial y como el único territorio «capaz de hacer frente a Francia».
«Toda la etapa final del reinado está encauzada a que Juana [conocida y «mal llamada» la Loca] sea reina de Castilla», un anhelo que se materializó formalmente, aunque sin capacidad efectiva para la hija heredera. «Su objetivo fue dejar a sus hijos el dominio de Europa: aunque la primera generación no lo consigue, su nieto Carlos I será emperador del continente». La visión a largo plazo de la monarca se extendió durante «tres generaciones» y alcanzó a Felipe II, el titular de la corona española que más posesiones disfrutó.
Aquella mujer que «nació infanta y terminó siendo la primera reina renacentista» cuidó la educación y la cultura en los entornos de poder. Antes que guerrera, fue una líder con intereses políticos y sociales muy marcados.
Interés «reconfortante». El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, prologó la sexta conferencia de un «apasionante ciclo» que regresó tras el parón veraniego, y reivindicó la figura de «la mujer más importante de la historia de España y, por qué no decirlo, de la historia mundial». El primer edil insistió en el objetivo de ciudad en que se ha convertido la carrera por capitalidad europea de la cultura de 2031. Por su parte, el escritor y periodista Antonio Pérez Henares aseguró que para Escritores con la Historia, el colectivo que organiza estas charlas junto al Ayuntamiento, «es un verdadero privilegio» la oportunidad brindada por la capital regional. «Toledo ha apostado por esto, primero el equipo del alcalde, pero también la gente», indicó. Pérez Henares definió como «reconfortante» el interés que concitan estos eventos.