Lo de este Illescas no tiene fin. Cuando un club está de dulce, nadie puede detenerlo. El San Fernando fue un juguete para el equipo toledano en este partido. Tocaba desmelenarse, y así fue. Mingo colaboró con un triplete seguido, y el partido acabó 6-0 como podía haber acabado con una docena.
Tres minutos tardó el equipo toledano en meter el primer susto a su rival. Collazo recibió un balón dentro del área, tras una jugada por la derecha, pero el balón le vino a su pierna derecha, y el lanzamiento salió muy desviado por encima de la portería. La ocasión era bastante clara.
Jugando de negro y rosa, los locales dominaron claramente la posesión. El San Fernando, bien organizado atrás, tuvo dificultades para contener las entradas por los costados. De hecho, Cañizares, después de una llegada de Collazo por la izquierda, se trabó al controlar la pelota, pero pudo haber probado por primera vez a David Ramírez dentro del área.
A la tercera vino el gol. Se estaba rumiando. Un pase en profundidad lo devolvió Collazo al área. Allí estaba, en el segundo palo, Mingo para empujar la pelota para adentro. El Illescas estaba desatado; el cuadro canario, desbordado.
No había manera de frenar las llegadas, una tras otra. Andrés se llevó una amarilla precisamente por parar la carrera de Cañizares antes de meterse en el área. Esa falta acabó dentro. Mingo se la pidió, lanzó y colocó el 2-0. Fue fundamental que diera en la cabeza de un defensor, pero sirve igual.
El resultado calmó las ansias del equipo de Pablo Nozal. Sin embargo, es sabido que el técnico no quiere relajaciones nunca. El San Fernando ganó algo de terreno. Se echó un poco más adelante, pero se dio todo el rato con el muro preparado enfrente por el Illescas.
¿Cuánto duró? Muy poco. Los acelerones locales desnudaron las costuras del cuadro insular. Primero Javi Feria y luego Mingo, de cabeza, obligaron al portero a trabajar. La primera ocasión fue a bocajarro. Pudo ser el terceroxo completamente lanzado, por la racha, por el resultado y porque estaba siendo muy superior. Al filo del descanso, en un córner botado por Javi Feria, la pelota se quedó muerta sin que nadie pudiera rematar.
Lo peor es que la escuadra visitante estuvo cerca de recortar la diferencia. Christian Gómez sacó una mano salvadora al lanzamiento de Adrián, después de una buena jugada por la derecha.
En el arranque de la segunda parte, el San Fernando duró un minuto con los once jugadores en el campo. Brian, al detener otro ataque local, vio la segunda amarilla. En esa falta al segundo palo, Ranera llegó apurado, pero remató como pudo.
En el saque de portería, un defensor metió el balón atrás. Por ahí andaba Mingo, que lo recogió y se fue directo a encarar al guardameta. Lo sorteó, lo tiró al suelo y certificó su triplete particular. El partido no tenía mucha historia.
Los de amarillo intentaron salir del hoyo en el que estaban, pero el CD Illescas siguió a lo suyo, excavando para hacerlo más grande. Cañizares siguió a Collazo por la banda y esperó su pase. Después, solo tuvo que burlar la salida de David Ramírez para anotar el 4-0.
Nozal mandó un doble cambio desde la grada(está sancionado) para dar minutos a otros compañeros. El encuentro estaba completamente decidido, y aún quedaba mucho por delante: Cortázar y David Molina.
El partido entró en una fase más pausada, sin tanto dinamismo por parte del equipo toledano. Sin reacción visitante, sí que los acelerones podían hacer todavía más sangre al contrario. More y Borona entraron en el césped para mostrarse en los 25 minutos que restaban. Este último se metió en el área con intención de marcar, pero se cerró demasiado y los zagueros se le echaron encima.
El Illescas, si quería, se iba a ir con la 'manita'. O más. Un pase a Molina, que estaba dentro del área escorado a la derecha, lo acabó fusilando a las redes el '10' blanco. El San Fernando estaba roto, y hubiera preferido el pitido final cuanto antes. Sus ataques no llegaron a nada. Ni por coraje.
Pablo Nozal dio más minutos a Iván Simón en el carril izquierdo. More le cedió la pelota en otra aproximación, y esta acabó en la portería, pero el árbitro no dio validez al disparo por fuera de juego. Sí que valió el sexto de verdad, el que metió More. El jugador recibió en velocidad, se metió dentro del área y, tras cambiarse el balón de pie, definió con la izquierda. Fue el broche a una mañana perfecta en el Municipal. Y la gente lo agradeció.