La mejor Guía de Santa Bárbara

J.S.
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A hombros de doce cargadores, la talla de la Virgen de la Guía salió de su escondida y encalada ermita para recorrer los abruptos terrenos del campo de maniobras de la Academia de Infantería

Es quizá la romería más desconocida de Toledo, tal vez por celebrarse en los vedados terrenos de la Academia de Infantería. Pero ahí radica gran parte de su encanto porque pasear por el campo de maniobras permite descubrir impresionantes vistas del Alcázar de Toledo, que se rifaría cualquier instagramer avezado o cualquier grupo de Facebook de la ciudad donde se publican panorámicas desconocidas de la ciudad.

En esta lucha por ver quién consigue mayor número de 'likes' la Hermandad de Nuestra Señora de la Guía. Sin miedo a competir con la Virgen del Pilar, dos centenares de romeros vivía  esta tarde una emotiva procesión bajo un sol de justicia.

El tiempo acompañaba y la romería volvió a dejar patente la devoción de los vecinos de Santa Bárbara hacia la Virgen de la Guía, que un año más ha recorrido los abruptos terrenos del campo de maniobras de la Academia de Infantería.

La talla de la Virgen de la Guía es portada por 12 cargadores.La talla de la Virgen de la Guía es portada por 12 cargadores.A hombros de doce cargadores, la talla de la Virgen salió de su escondida y encalada ermita para recorrer los abruptos terrenos del campo de maniobras del centro de formación castrense. El inicio del recorrido es quizá el más complicado dado lo escarpado del terreno. Los cargadores, entre los que se encontraba el concejal del río Tajo, Medio Ambiente y Deportes, además de pendientes de  las instrucciones que marca el capataz, también tienen que estar mirando al suelo para evitar tropezarse con la multitud de piedras y salientes que salpican un recorrido desde el que se divisa tanto Santo Bárbara como el Polígono y, cómo no, la Academia, el Alcázar y hasta la Catedral. Eso sí, al terminar el tramo más pino siempre bien la sombra de una encina donde poder retomar fuerzas. Fue precisamente en la parte alta del recorrido, que se asemeja a uno de los mejores balcones de la ciudad de Toledo, donde las mujeres portaron la talla de la Virgen.

Una virgen, la de la Guía, que cuenta con leyenda propia. De generación en generación se ha transmitido la historia de dos cazadores que salvaron su vida encomendándose a la Virgen venerada en Santa Bárbara. Tras hacerlo una corneja fue la que, al parecer, les marcó el camino hasta la ermita.  Desde entonces la imagen del niño Jesús, que sostiene en sus brazos la Virgen de la Guía, muestra en sus manos este pájaro con un diminuto farolillo en el pico.

Tras regresar a la ermita, cantar una Salve, bailar a la Virgen y lanzar 'vivas' a la Virgen de la Guía y al barrio de Santa Bárbara, a todos los asistentes les esperaban unas riquísimas roscas y unos porrones con limonada para aliviar el  esfuerzo. Antes, por la mañana, y tras la procesión no faltaron las tradicionales quínolas.

Los concejales Rubén Lozano, Loreto Molina y Marisol Illescas.
Los concejales Rubén Lozano, Loreto Molina y Marisol Illescas.
La Virgen de la Guía estuvo arropada institucionalmente por los concejales del equipo de Gobierno Loreto Molina, Marisol Illescas y Rubén Lozano. Tampoco faltó a la cita la banda Ciudad de Toledo, que interpretó el himno de España a la entrada de la talla a la ermita que fue construida muy cerca del arroyo de la Rosa, cerca del antiguo camino romano que comunicaba nuestra ciudad con Oretum. Ahora lo que más cerca la pilla es una zona de caída de proyectiles según reza el cartel situado a escasos cien metros de su entrada.