La tercera victoria seguida, y cuarta en cinco partidos, fue otra muestra de efectividad del Cazalegas, premiado con los tantos de Alfre Ramos y Álex Martín en el primer tiempo (2-0). El Calvo Sotelo, urgido por la mala dinámica de resultados, estuvo incómodo ante la intensidad local y acusó la expulsión de Sahuquillo en el minuto 69, lastre definitivo en la lucha por un triunfo que los anfitriones abrocharon con la quinta portería a cero consecutiva.
Los visitantes empezaron mejor el partido y quisieron llevar la iniciativa para inquietar la portería defendida por Soto. Canty, Valdivia o Iván Limón fueron protagonistas en el arranque, pero la defensa del Cazalegas estuvo excelsa en esos minutos, evitando daños en el primer arreón industrial. Con la dinámica positiva prácticamente sale todo y el Cazalegas lo demostró en la primera jugada que tuvo. Álex Martín aprovechó una buena combinación grupal para colgar un balón desde la banda derecha que Alfre Ramos convirtió, con una volea anticipándose a su marcador, en el 1-0. El gol dio alas a un bloque toledano que pudo duplicar la ventaja poco después. El propio Álex Martín, esta vez por el carril izquierdo, casi logra el segundo con un gran golpeo al palo corto de la portería, pero Adri Real respondió con una gran estirada y envió el esférico a saque de esquina.
El Calvo Sotello intentó por medio de un juego más directo hacer daño a un Cazalegas bien plantado. Al filo del intermedio, Álex Martín rubricó el 2-0 al aprovechar un mal despeje del meta Adri Real en otra buena acción colectiva por la derecha.
A la vuelta de vestuarios llegó la jugada polémica del partido. El colegiado no dio la ley de la ventaja en un pase de Valdivia a Iván Limón, que el ariete de Fuencaliente culminó en gol cuando la jugada ya estaba invalidada. Si esta acción sacó del partido al Puertollano, la expulsión de Sahuquillo calmó aún más las aguas en Cazalegas. Un pase de Valdivia se quedó entre medias del recién entrado Mañas y Sahuquillo, y el central puso la plancha del pie sin ver que llegaba Diego Sánchez por detrás, que recibió un fuerte impacto en el estómago. Poco después tuvo que abandonar el encuentro lesionado.
El Cazalegas aprovechó la superioridad numérica para calmar y llevar el pulso a su terreno, llegando a tener varias acciones para ampliar el castigo. Álvaro Gil, con un centro, o Diego Prado, con un potente golpeo que obligó a Adri Real a hacer una buena estirada, protagonizaron dos de las llegadas más peligrosas del conjunto que adiestra Rubén Pulido.