El Ayuntamiento de Toledo está ejecutando una remodelación del pabellón de la Escuela de Gimnasia por valor de 3,5 millones de euros. Después de Farcama, comenzará la reforma de la Vega, valorada en 3 millones. Ambas importantes actuaciones, con financiación europea, mejorarán la vida de los toledanos. Pero, ¿qué arquitecto o estudio son sus responsables?
Habitualmente, y eso lo notan los profesionales, muchos ciudadanos no se acuerdan del arquitecto más que cuando están obligados a ello por ley, «la sensación es que no se nos considera útiles». Hay poca valoración hacia ellos y eso se refleja en honorarios y a la postre, en la calidad de las edificaciones cuando se les ignora e incluso de las ciudades. Parece que es mucho más imperante el constructor y el político que hay detrás que el arquitecto, «y a lo mejor tiene que ser el Colegio de Arquitectos el que tiene que insistir en que se hable del responsable, porque nadie se plantea hablar de un libro sin hablar de su autor».
Revertir todas estas situaciones, al menos en la provincia, es uno de los objetivos de la candidatura al Colegio de Arquitectos de Toledo que lidera Eduardo Moreno Rivera, a quien acompañan María Concepción Freire Cacheiro, Eduardo Mora Castedo, Joaquín Vargas Jareño y Estefanía Solana Núñez. Una vez que se cumple el segundo mandato de Carlos Rojo, y no se puede presentar, mañana jueves se celebrarán unas elecciones a las que se presenta la candidatura continuista de Ángel Sánchez (actual tesorero), y la candidatura de Eduardo Moreno, compuesta por un grupo de profesionales que se conocen desde los tiempos de la Escuela de Arquitectura.
Se presentan con el slogan 'Renovarse o morir', que va en torno a la Arquitectura. Su amplio programa tiene cuatro grandes ejes, como son revalorizar la profesión del arquitecto; reconectar a sus miembros y su Colegio; revitalizar al segundo con nuevas acciones y reavivarlo de cara a la sociedad de la provincia.
Solana explica que en estos momentos entre los colegiados de Toledo hay desunión y desconexión con el Colegio, con pocos actos y de poca participación. A partir de ahí, hay un alejamiento hacia el ciudadano y la administración, «muchas veces se contrata a un arquitecto porque lo obliga el Ayuntamiento, pero no porque se considere necesario tenerlo. Con las revistas y las redes, perece que todo el mundo sabe lo que quiere en su casa y lo que tiene que hacer, y no se valora la figura del profesional». Por eso apuesta por un acercamiento a la ciudadanía para que la profesión se conozca y se valore.
«La candidatura surge viendo cómo está la situación de la profesión actualmente, y viendo que la actual Directiva no es tan visible como creemos que debiera. Nos preocupa bastante la visibilidad, porque es una forma de que la población pueda valorar nuestro trabajo, e intentar que la profesión se valore», apunta Moreno, convencido de que en muchas ocasiones al arquitecto no lo valoran ni el cliente, ni los propios compañeros de trabajo. Su idea es dar a conocer este trabajo y unir esta profesión, que en ocasiones ha pecado de individualista, «para que todo el mundo pueda participar y vayamos a un fin común de mejorarlo todo».
Hay otros colegios profesionales, apunta Mora, que funcionan mejor, lo que ayuda a visibilizar la profesión y unir a los colegiados «que es lo que sentimos que sobre todo falta en esta provincia».
Programa. Para que así sea, el programa de esta candidatura desgrana una serie de iniciativas, que se basan en la conexión entre arquitectos a través de plataformas y comisiones, y hacer del precioso edificio que es la sede del Colegio en plaza de Pelota un lugar de reunión y referencia, un espacio de encuentro abierto a la sociedad, «porque hoy es un lugar al que acudimos cuando es estrictamente necesario, pero no nos apoyamos en él ante algún problema, terminamos recurriendo a otro compañero antes de acudir a esta institución».
Esto se concreta en propuestas como la apertura de una bolsa de talentos, de arquitectos que colaboren entre sí. También se plantea abrir un espacio de coworking para los arquitectos en el espacio que no se utiliza de su Colegio.
Moreno quiere acercar el Colegio a las administraciones para proponer trabajos, en edificios públicos y privados, y viviendas de la España Vaciada para coser la región con viviendas sostenibles. El colegio puede hacer un trabajo para la recuperación de las arquitecturas tradicionales, hoy prohibidas en algunas localidades, y los materiales tradicionales. De cara a los ayuntamientos, la propuesta es crear una asistencia técnica para facilitar que se agilicen trámites y licencias y se eviten demoras.
La idea es clara, apunta Moreno, «tenemos mucho trabajo por delante y queremos estar acompañados de todos los colegiados para llevarlo a cabo».
Para jóvenes. Quiere la candidatura al Colegio que el desánimo que se ha extendido entre parte de la profesión no afecte a los nuevos arquitectos. Para ellos plantea una serie de propuestas concretas que se pueden hacer sin un gasto excesivo, solo con organización. Una es la creación de una asociación de jóvenes arquitectos, para acercarlos al colegio y apoyarlos en el comienzo de su trabajo, «que tengan un lugar donde sepan que se pueden apoyar en estos comienzos complicados». Quizás se pueda contar con el apoyo de la Escuela.