LE ECHAN UN CAPOTE A RAMOS CON LA DÉCIMA

J.A.J./Toledo
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Un capote de la Peña El 12 Blanco acabó en manos del jugador del Real Madrid. Con él celebró en Lisboa el nuevo triunfo del equipo blanco. La capa de la peña fuensalidana ha sido un talismán para el Madrid en su doblete de esta temporada.

Aficionados de la peña fuensalidana posan con su enseña en Lisboa. - Foto: El 12 Blanco

Muchos guardarán en su recuerdo la Décima Copa de Europa conquistada por el Real Madrid ante el Atlético de Madrid en el Estadio de la Luz de Lisboa el pasado 24 de mayo. Uno de ellos será el central madridista Sergio Ramos, autor del gol que en el tiempo de descuento logró meter a su equipo en una final que tenía perdida. En ese recuerdo, el jugador ya ha incluido un peculiar capote, con el escudo del conjunto blanco y las simbólicas palabras ‘Super Ramos’ bordadas en dorado, que utilizó sobre el césped lisboeta para celebrar el triunfo con unos pases taurinos. Esta capa de toreo le  supone un vínculo especial con Fuensalida, localidad donde se colocaron los bordados de lo que ha sido la bandera de la Peña Madridista ‘El  12 Blanco’ en una campaña que quedará en la memoria merengue.

La historia de este capote se remonta a hace algo más de un año, cuando esta Peña fuensalidana lo adquiría y encargaba su bordado a  Bordados Fuensalida. El socio de la empresa Raúl González (no es pariente del mito madridista que popularizó los pases toreros en las celebraciones blancas) recuerda que se lo tomó como «un encargo especial, que nos llevó hacer unos dos días» al requerir una dedicación artesanal alejada de las estampaciones industriales que efectúa la compañía. El capote quedaba así elaborado con una frase dedicada al jugador sevillano con la que, según explicaba el presidente de la peña, Ambrosio Mato,  «quisimos honrar lo bien que  lo hace Ramos» desde este peña fundada hace unos cinco años y que reúne a unos 130 madridistas de la Villa del Calzado.

El capote quedó como adornó en la sede social de la peña, pero salía por primera vez del local en la temporada pasada. Fue al día siguiente de la derrota de los madridistas ante el Atlético en la final de la Copa del Rey de 2013, en la que Mato quiso hacer gala de su madridismo en las malas exponiéndolo junto a su asiento en la Plaza de Toros de Las Ventas durante una corrida, uniendo así la  afición  al fútbol y la tauromaquia que el futbolista comparte.

Ramos pudo continuar la tradición de otros ídolos madridistas, como Raúl, de festejar un título manejando el capote.Ramos pudo continuar la tradición de otros ídolos madridistas, como Raúl, de festejar un título manejando el capote. - Foto: El 12 Blanco Las dos siguientes salidas del capote lo han convertido en una suerte de talismán para el Real Madrid en el logro de su doblete en esta temporada. La primera fue en la final de la Copa del Rey de esta campaña, en la que el capote fue testigo del triunfo del equipo de Ancelotti sobre el Fútbol Club Barcelona en el valenciano estadio de Mestalla. Ya en aquel entonces, el capote generó una importante corriente de simpatía hacia la pena fuensalidana. «Mucha gente nos pedía hacernos fotos con él», comenta Mato. La buena acogida al trapo amuleto de ‘El 12 Blanco’ se repitió en Lisboa, ya con la Liga de Campeones en juego, «hasta hinchas del Atleti nos lo pidieron para posar», comenta el presidente de la peña sobre un capote muy retratado.

Pero lo que no se esperaban en la peña es que su capote fuera visto por millones de personas en televisión a raíz de la celebración de la Décima. Ahí intervino el don de la oportunidad. «Me bajé al campo con el capote y, como se dice en el argot taurino, fue como citar al toro desde lejos. Sergio Ramos lo vio, con su nombre puesto, y fue a por él como loco», comenta con alegría el hombre recordando los pases de toreo de salón que se marcó el central. Ésta ya no quiso separarse de la tela. «Me hizo gestos para preguntarme si se lo podía quedar, abrazando el capote. Yo le dije que sí, y que espero algo a cambio», comenta Mato, que espera que la peña El 12 Blanco reciba un obsequio del jugador, a ser posible traído por él en persona a la Villa del Calzado. Mientras, la peña ya prepara otro capote bordado, confiando en que dé suerte para la Undécima.