Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


Mis peñas

20/09/2024

Ya solo me queda el poder verlas pasar y, como mucho, acercarme a alguna a echar un vaso y recordar. Pero siguen siendo mis peñas, las de Guadalajara.
Siempre lo serán y no porque sean "mias" sino porque no dejare de sentir nunca que yo pertenezco a ellas. 
Año tras año, y con tan solo contadísimas ausencias  por causa muy mayor, he faltado a la cita y hacerles una visita aunque fuera de un rato y sin poderme quedar a más. Pero este  ni eso, tan solo pude tan solo pude asistir el día 6 y antes de que empezaran al pregón oficial que dio la Teniente Coronel de la Guardia Civil, Cristina Moreno y del que salí con muy buen sabor de boca y una pizca de tristeza  pues un viaje literario a Francia me ha impedido ir a nada después. 
 La alegría me ha llegado, después y por diferido , al volver. Pero para que lo entiendan les tengo que hablar un poco de historia. De la de las Peñas de Guadalajara, no se vayan a asustar .
 En el año 1974, yo con 20 años aún, las peñas estaban prohibidas en la  capital. Las permitían en algunos lugares, por ejemplo en Sigüenza, pero en nuestra ciudad, no. Un puñado de jóvenes, de muy variopinto pelaje, pero movidos por ese objetivo común, decidimos, en una reunión "clandestina" a orillas del Henares, que las íbamos a hacer quisiera el Gobernador Civil o no. Por aquel entonces aquello eran cosa de cuidado. Franco sí que vivía entonces y no era cosa de broma sino de calabozo o aún peor.
 Y las hicimos, pequeñitas, a escondidas, en locales que conseguimos de aquella manera y donde pusimos música como pudimos y logramos tener algo de vino, no daba para mucho más, y no del bueno, para beber. Fuimos cinco en total. Agapitos y Búfalos fueron las dos que sobrevivieron después.
 Pero el éxito fue grande, el personal joven acudió en tropel, y aunque tuvimos también algunas visitas policiales, cerrarlas iba a ser problemático y el cante muy fuerte,  nos dejaron hacer.  Al año siguiente, 1975, ya fueron  toleradas, la eclosión fue mayor y  comenzó a generarse un movimiento imparable que ha llegado, y con que potencia, hasta hoy. La razón es bien sencilla. Sin peñas no hay fiesta en la calle y sin calle no hay fiesta de verdad. Guadalajara sin ellas, y sobre todo para quienes más que para nadie son las fiestas, estaba más mustia que una lechuga cortada después de tres dias al sol. 
 Por aquellos años me tocó ser su representante y portavoz Y en aquel del 75 algunos se acordarán de que acabe subiendo "escoltado" toda la calle Mayor  y conducido a los calabozos del Gobierno Civil, donde pase la noche y aún me hicieron volver al día siguiente. Coincidieron las Ferias en fecha  con los últimos fusilamientos del Régimen. Y algunas peñas pusimos en las pancartas señales de nuestra protesta y repulsa. De que pie cojeaba yo era bastante conocido. Entonces ser antifranquista era serlo de verdad y conllevaba unos riesgos. Ahora, 49 años después, Franco murió en noviembre de aquel año, a mí me parece el pregonarlo como seña de identidad  lanzada a moro muerto y solicitud de pillar cacho, cargo y sillón.
 Pero a lo que vamos. Las peñas crecieron hasta ser la columna vertebral de nuestras Ferias y Fiestas. Y eso es lo fundamental. Que hay dentro de ellas y en los muchos miles de esto, de aquello y de todo lo demás, pues claro, pero Guadalajara, es un referente hoy. Hasta tenemos nuestro  encierro en puntas, algo que excepto Pamplona no tiene capital de provincias alguna y que viene de aquellos entonces también.
 Ese fue el comienzo. A mi me ha pasado medio siglo por encima, pero voy a ver con cuanto de lo que queda para completarlo consigo aguantar. Por ahora, aunque ya no voy a correr el encierro ni hacer algunos excesos, otros sí, estoy dispuesto a no perderme las del año que viene.
 Porque en este me ha emocionado, y lo tengo, lo debo y lo quiero decir, el que en el Pregón de las Peñas hayan tenido la generosidad de acordarse de mí. Lo hizo  el presidente de "El Bizcocho Borracho", Miguel A.San Andres, que en la estrofa  de su proclama, ante la plaza del Ayuntamiento abarrotadas de peñistas concluyo así.

¡Vecinos y vecinas de Guadalajara!
Comienza aquí y ahora la Semana de Ferias.
La semana de la fiesta, de la música y del color.
Y como dijera nuestro gran "Chani",
Del vino, del baile y del amor.

¡Vivan las Ferias!
¡Vivan las Peñas!
¡Viva Guadalajara!

 Esos vivas los doy yo también, "Chani" el apodo por el que siempre me han llamado en mi tierra  y luego fuera de alli y fuera  y si algo tengo muy claro es que al año que viene ni debo, ni quiero, ni pienso faltar.a esa semana fe Ferias, del vino, del baile y del amor. Y añado. ¡Y DE LA AMISTAD!